Es posible que usted haya oído una alharaca impresionante el día de ayer. No, no estoy hablando del fiasco en la coronación de Miss Universo. Estoy hablando de una hazaña histórica, lograda por el equipo de Space X – la compañía de Elon Musk (el mismo de Tesla, una de nuestras compañías #LoMasTECHdel2015) – con el lanzamiento y aterrizaje exitoso del Falcon 9.
Varios de mis familiares y amigos me han preguntado, el día de hoy, “por qué tanta bulla” con el tema y me di cuenta que para la mayoría de nosotros, los latinoamericanos, la exploración espacial sigue siendo una cosa distante y etérea; algo que nos afecta poco y que por ende no tenemos en nuestro radar.
Pero la verdad es que la exploración espacial es uno de los temas más importantes en nuestra agenda como especie y estamos entrando en una nueva “era dorada” para la industria. Una industria que se está privatizando y que le apunta a tener bases lunares antes del final de la década, turismo espacial (por lo menos hasta la estratosfera) en los próximos 2 años y una colonia permanente de humanos en Marte antes de 12 años (con lo que nos convertiríamos, finalmente, en una especie multi-planetaria).
Ahora bien, nada de eso será posible a menos que podamos bajar los costos de ir al espacio.
El día de ayer el Falcon 9, una cohete privado de 14 pisos de altura despegó, salió de la tierra, puso en órbita 11 satélites, reingresó a la atmósfera y aterrizó, sin mayores inconvenientes, de nuevo en Cabo Cañaveral. Este cohete, a diferencia de los que hemos visto ahora y que se destruyen – aunque sea parcialmente- con cada viaje, es un cohete reutilizable. Es decir, el grueso de sus componentes – incluidos sus motores, se pueden volver a utilizar en un próximo viaje. (esta es una foto de larga exposición que muestra el viaje completo del Falcon)
Con la hazaña de ayer se abre una puerta inmensa para la reducción de costos asociada con llevar objetos (y personas) al espacio.
Hace unas semanas Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos (el dueño de Amazon.com), logró una hazaña similar:
En este caso, el New Shepard (así se llama la nave) no iba tan rápido ni llegó “tan al espacio” como sí lo hizo el Falcon 9. Sin embargo, el hecho de que ya tengamos 2 compañías que han logrado operar con éxito lanzamientos de cohetes reutilizables nos pone en una nueva etapa de la exploración espacial privada. Una etapa en la dentro de poco los cohetes no serán “desechables” y en el que esté más cerca esa promesa de expandir nuestra presencia a otros planetas.
Este es nuestro primer gran paso para conquistar el espacio y los demás planetas, y también, quien sabe, para encontrar vida inteligente. No sé ustedes, por yo estoy super emocionado con lo que se viene.