Para los que no son amantes de la lectura y buscan una respuesta rápida, la Necrobótica es una nueva tendencia a nivel de la optimización de Robots a Través de insectos Muertos. Lo se, es un concepto extraño, aterrador y difícil de comprender, por lo mismo, aquí hay un ejemplo al respecto.
En pocas palabras, la Necrobótica da un nuevo propósito a los cadáveres de insectos y similares (por decirlo de una forma simple y poco técnica).
Sin lugar a dudas, los insectos tienen una asombrosa movilidad, eficiencia sorprendente, resistencia excepcional y, en algunos casos, abundan en número (tanto que algunos los pueden llegar a tildar de plagas). Sin embargo, crear un robot equivalente a un insecto podría resultar en todo un desafío colosal! Razón por la cual, es más sencillo aprovechar insectos muertos y asignarles las labores repetitivas propias de un robot como por ejemplo: recoger, transportar y mover cosas de un lado a otro.
Un poco más de detalle sobre la Necrobótica
La Necrobótica representa una fascinante convergencia entre la tecnología robótica y la biología que, aún se encuentra en estado emergente como tendencia. Si bien, su nombre puede suscitar preguntas y asombro, esta innovación es un ejemplo de cómo la ciencia y la naturaleza pueden unirse en la búsqueda de soluciones creativas.
La esencia de la Necrobótica reside en dar un nuevo propósito a los cadáveres de insectos, utilizando sus características únicas para potenciar la eficiencia y la funcionalidad de los robots. En un mundo en el que la biónica ha capturado la imaginación de científicos y entusiastas de la robótica, la capacidad de la naturaleza para llevar a cabo tareas aparentemente simples pero increíblemente complejas, ha sido un motor de inspiración.
Muchos hacen analogías en donde comparan a las arañas con tenazas hidráulicas (o neumáticas) debido a que, estas tienen la capacidad de controlar sus múltiples extremidades ajustando la presión sanguínea en cada una de ellas a través de un sistema de válvulas internas. En este caso, las patas de una araña se enrollan cuando mueren debido a la falta la presión sanguínea para equilibrar la fuerza de los flexores. Por lo mismo, para activar las ocho patas del arácnido que ha pasado a mejor vida, simplemente hay que inyectar aire en el sistema de válvulas central, y listo, todas las patas se inflan y se enderezan, logrando usar el cadáver como una especie de mano hidráulica.
Así las cosas, es interesante ver que los investigadores y expertos en robótica, traten de usar esos diseños perfectos de la madre naturaleza, con el fin de evolucionar sus creaciones y dar el paso a los robots biohíbridos que, van un peldaño más allá al incorporar materiales vivos directamente en sistemas diseñados. Ahora bien, la Necrobótica actualmente enfrenta desafíos considerables. Los cadáveres de insectos se degradan rápidamente y presentan formas irregulares, lo que complica la estandarización a nivel del ensamble, mantenimiento y mejoras. A pesar de estos obstáculos, varios parecen apostarle al avance de esta incipiente tendencia en evolución.
La Necrobótica, aunque en sus etapas iniciales, está en camino de revolucionar la forma en que concebimos y creamos robots. La colaboración entre la tecnología y la biología se suma a la creación de soluciones más eficientes y adaptables. A medida que los científicos perfeccionan esta técnica, podríamos estar al borde de una nueva era de avances en la robótica, donde la naturaleza y la máquina convergen en algo inédito!