Hay un teléfono más lindo que el nuevo Pixel? No creo (sorry, Tim). Hay un teléfono Android que funcione mejor que el Pixel? Lo dudo.
Y, sin embargo, para el grueso de los usuarios de dispositivos móviles, la vasta mayoría de los cuales son usuarios de los (fantásticos) servicios de Google, el Pixel es irrelevante. Peor aún, el Pixel es insoportablemente irrelevante porque no solo no estará disponible en sus mercados sino que jamás encontrarán nada similar en su ecosistema.
Y no solo porque el hardware no llegue sino porque varios de los servicios avanzados que Google incluye en sus dispositivos solo funcionan en Estados Unidos y Canadá.
Miraba esta mañana el anuncio de los nuevos Pixel 7, Pixel 7 Pro y el Pixel Watch y solo podía pensar en cómo el negocio de hardware de Google es la víctima más grande del exitosísimo negocio de servicios de la compañía
No encuentro otra explicación para que después de 8 años desde el lanzamiento del primer Pixel -que, btw, nació como un mecanismo para mostrarle a los OEMs de Android “el camino” y empujarlos a salir de sus zonas de comfort- Google lo siga vendiendo de forma tan restrictiva. Ya seria hora de que el Pixel fuera un mass-market hit, como el iPhone, y no un dispositivo que solo usan unos cuantos hipsters gringos y unos pocos entusiastas que hacen lo imposible para comprarlos.
Pero no. Google, quien ya está en el ojo de las autoridades de todo el planeta en temas de antimonopolio, no puede darse el lujo de poner en riesgo su “gallina de los huevos de oro” (el negocio de publicidad) por un negocio tan competido y donde el grueso de la utilidad se queda en manos de una sola empresa.
Y es por eso que, a pesar de tener tecnologías innovadores y un diseño divino a un precio super competitivo, todos los productos Pixel siguen y seguirán siendo de nicho.
