HDMI 2.1 HDMI 2.1

HDMI 2.1: ¿Por qué no todos los dispositivos lo aprovechan?

El HDMI 2.1 fue diseñado para llevar los estándares de video al siguiente nivel, con resoluciones de hasta 10K y 4K a 120 Hz. Pero su adopción real se ve frenada por licencias, certificación y restricciones!

Aunque la especificación HDMI 2.1 fue anunciada ya hace varios años  (oficialmente en 2017) como la evolución del conector digital para audio y video —con ancho de banda mucho mayor y funciones avanzadas como soporte nativo para 4K a 120 Hz, VRR (Variable Refresh Rate) o ALLM (Auto Low Latency Mode), lastimosamente para los usuarios y consumidores, no todos los dispositivos se pueden dar el lujo de tenerla ni soportarla.

Licencias, certificación y derechos de acceso

Para que se pueda comercializar legalmente con las ventajas de la norma, el producto debe:

  • Ser fabricado por una compañía registrada como HDMI Adopter.
  • Pasar por la certificación oficial de cada una de las funciones de HDMI 2.1 que pretende soportar.
  • Cumplir con las pruebas de compatibilidad y los requisitos de marca del estándar.

Los fabricantes que no están en ese proceso pueden tener hardware con potencial, pero no pueden implementar todo el estándar ni usar la marca HDMI 2.1 de forma completa sin la licencia correspondiente. Esto termina limitando algunas funciones avanzadas incluso si el hardware lo soporta en teoría.

Limitantes a nivel del uso del HDMI 2.1
Limitantes a nivel del uso del HDMI 2.1

HDMI 2.: No es solo un número en la caja

El fenómeno de que un producto no ofrezca todas las ventajas de HDMI 2.1 no se reduce a una cuestión técnica o de marketing, sino a un ecosistema de licencias, certificación y derechos de acceso al estándar. La especificación HDMI 2.1 es poderosa, pero su adopción completa enfrenta barreras legales, de certificación y de compatibilidad con tecnologías de software open‑source.

Por eso, aunque el usuario vea el “HDMI 2.1” en la caja de un televisor, consola o PC, es fundamental revisar qué funciones concretas soporta el producto —como tasas reales de 48 Gbps, VRR o ALLM— antes de asumir que ofrece todo lo que promete el estándar.

En el caso de fabricantes que buscan impulsar sistemas basados en software abierto (como Valve con SteamOS), estas barreras pueden suponer decisiones técnicas que se traducen en limitaciones reales de rendimiento, a pesar de contar con hardware compatible en teoría

Ilustración hecha con IA del HDM 2.1
Ilustración hecha con IA del HDM 2.1

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