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Hablemos del futuro de la comida

En pocos años será más barato (y ético) comer carne producida en un laboratorio que aquella derivada del sacrificio animal. Esta, y los insectos, son el futuro de la comida

De pronto no se ha dado cuenta pero la manera en que producimos nuestros alimentos no aguantará para seguir alimentándonos en los años venideros.

Es claro que las granjas verticales seguirán tomando relevancia y que la agricultura de precisión será clave para aumentar la productividad por metro cuadrado sembrado, para controlar hongos y plagas y para acercar los sembrados a los usuarios finales.

Pero además de eso los científicos tienen claro que debemos cambiar la manera en que producimos las proteínas que tanto necesitamos y nos gustan. Y es que más allá del aumento de la gente (en número, quiero decir) hay otro factor que influye – mucho más – en el consumo de carne y proteínas:  el incremento en el nivel socio económico promedio de la población en general. 

Seguir produciendo carne a partir de la crianza y sacrificado de ganado pronto será una actividad del pasado (y por pronto me refiero a menos de una generación) no sólo por la conciencia creciente de aquellos que se oponen al proceso per se sino porque será más caro producir carne de una vaca que hacerla en un laboratorio. 

El futuro de nuestra alimentación estará en los vegetales, en los laboratorios y en los insectos. 

El futuro de la comida está en la ciencia y en la mezcla de esta con elementos derivados de los vegetales y de los insectos. Así que déjeme le cuento de 2 compañías que ya hoy ofrecen alternativas de producción de proteínas a partir de la mezcla de estos elementos. Compañías cuyos productos probé personalmente esta semana en aras de poder escribir este artículo y que me sorprendieron porque, una vez más, demuestran que el futuro está más cerca de lo que creemos.

Carne de “Mentiras”

Impossible Foods es una compañía norteamericana que ha logrado producir carne a partir de proteínas vegetales. Y como una imagen vale más que mil palabras y un video más que mil imágenes, aquí está la explicación de cómo lo hacen:

https://m.youtube.com/watch?v=QB-90-LEPZ4&ebc=ANyPxKrrXyC324mI8puZBXPflPCzr4GZTiAANIj_fE-_nt66Ol53WjiJxcQbxadnPzfUOt7_4RBKP-pCN4m_bltUZG6Q48NtPg

Ayer, antes de volver a casa, busqué uno de los casi 50 restaurantes en los que venden el #ImpossibleBurger, una hamburguesa hecha a partir de las carne de esta compañía. Este fue mi almuerzo:

El veredicto: 8.5 / 10

Debo confesar que quedé sorprendido con el sabor y la textura del Impossible Burger. Si uno no sabe que no es carne de verdad creo que no es posible descubrirlo. Para ser una hamburguesa me pareció que su consistencia era un poco suave (lo que afectó su calificación en medio punto) pero es asombrosamente parecida a la “cosa real”. Y al final creo que fue más por el proceso de cocción que el de creación de la carne. 

Si pasa por Estados Unidos – y en especial por Texas o California – le recomiendo encuentre uno de los restaurantes donde la venden y vaya y la pruebe. Le aseguro que se sorprenderá.

La gente de Impossible Foods dice que cada ImpossibleBurger ahorra el equivalente a 10 minutos de una ducha caliente, o a los gases producidos por la conducción de un carro durante 14 millas. O incluso a ahorrar 75 pies cuadrados de tierra que hoy ocuparía el ganado requerido para hacer una hamburguesa tradicional. 

Así como Impossible foods hay varios emprendimientos – como Beyond Meat (carne de base vegetal) o Memphis Meats (carne a base de células animales creadas en laboratorio) – cuyos productos ya se venden en diversas cadenas de supermercados y restaurantes principalmente en Estados Unidos.

A por los Insectos

Sabia que cerca de 2 mil millones de personas ya incluyen en sus dietas diarias proteínas provenientes de insectos? Es más fácil, más barato y más “proteínico” hacerlo con insectos que con vacas, sobretodo en sitios como Gana o en ciudades con una alta densidad.
 
La gente de Entocube, una compañía Finlandesa, le está apostando al tema ofreciendo desde contenedores especialmente diseñados para la crianza de grillos de manera casi autónoma – de tal manera que se puedan criar en donde uno quiera, desde fincas remotas hasta ciudades altamente pobladas – hasta productos para el consumidor final a base de estos insectos.

Fue luego de probar una mezcla de grillos con maní (creo que era maní) que se me vino la idea a la cabeza de hacer este articulo.

El veredicto: 6.5 / 10

No fue muy diferente a los grillos o saltamontes que uno come en Mexico o a las hormigas que come mi señora cada vez que algún familiar va a Santander. 

Y aunque personalmente no me molestaron sí sentí que son un poco más difíciles de comer, con una presencia más “notoria” y clara de lo que son y creo que requieren de un cambio de mind-set en la mayoría de los consumidores. Y a diferencia de lo que me pasó con la Impossible Burger, no creo que la gente esté interesada en incorporar – aún – esta proteína en su dieta de manera constante, a menos que sea necesario.

Creo que para ciertos casos hace sentido, especialmente asociados a la atención de los menos favorecidos en zonas complejas, de difícil acceso y/o donde la agricultura tradicional sea un poco más complicada.

Sin embargo creo que si se incorporan en barras alimenticias o en ensaladas (bien pulverizados) puede agregar valor nutricional y mucho sabor a la mezcla y serian mejor aceptados.

El futuro de la comida está en la ciencia. Está en encontrar como potenciamos nuestras formas actuales de producir los alimentos que consumimos y como optimizamos la manera en que obtenemos los carbohidratos, vegetales y proteínas que necesitamos.

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