La Comisión Europea recomendó recientemente reducir las emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles en un 90% para 2040 en comparación con los niveles de 1990. A primera vista, viene siendo un objetivo ambicioso para transformar el sistema energético de la Unión Europea. Sin embargo, el plan propuesto ya está generando una serie de fuertes reacciones. ¡Todos los detalles se los contamos a continuación!
Reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 90%
Todavía es necesario emitir una propuesta formal, pero ya se ha enfrentado a críticas sobre cuánto de esos recortes de contaminación deberían provenir de tácticas arriesgadas destinadas a capturar en lugar de prevenir la contaminación. Incluso, algunos grupos ambientalistas también critican una omisión flagrante en el borrador; Aunque menciona la eliminación gradual del carbón, no existe una estrategia para eliminar gradualmente el petróleo y el gas.
Se pueden establecer objetivos para disminuir los gases de efecto invernadero tanto como se desee, pero, sin un plan claro y preciso para eliminar gradualmente los combustibles fósiles que los producen, sencillamente no son creíbles.
De hecho, el mundo estuvo tentadoramente cerca de un acuerdo para eliminar gradualmente los combustibles fósiles durante una conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima en Dubai en diciembre pasado. A pesar de que docenas de países presionan por ese tipo de compromiso, el acuerdo exige en última instancia la transición para abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de forma justa, ordenada y al mismo tiempo equitativa. También deja espacio para tecnologías controvertidas para capturar la contaminación por dióxido de carbono.
Ahora bien, si analizamos más de cerca la nueva hoja de ruta climática de la Unión Europea hasta 2040, cerca del 8% del recorte total de emisiones del 90% podría lograrse mediante la captura y eliminación de carbono (lo que disminuiría el objetivo de reducción en el mundo real al 82%). Simboliza depender de tecnologías emergentes que todavía no se han probado a escala para absorber y almacenar el CO2 que calienta el planeta.
La UE publicó recientemente un documento de estrategia para capturar las emisiones de dióxido de carbono junto con el plan 2040.
En un comunicado de prensa el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič afirmó, “La industria europea está trabajando duro para reducir sus emisiones, pero hay ciertos sectores donde los procesos son particularmente difíciles de adaptar y los cambios son costosos de implementar. Por esta razón, debemos impulsar la innovación en tecnologías para capturar, transportar y almacenar carbono, para convertirlas en una solución climática eficaz”.
Vale la pena mencionar que, el nuevo documento de estrategia establece un monumental objetivo para la captura de carbono: para 2040, la UE necesitaría poder almacenar 280 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono capturado al año. Para 2030, la UE debería poder almacenar el equivalente a las emisiones anuales de CO2 de Suecia, alrededor de 50 millones de toneladas métricas de gas de efecto invernadero.
Pero, si hay algo importante que dejar claro es que, por supuesto, no serían sólo las novedosas plantas de eliminación de carbono las que harían todo el trabajo. El objetivo para 2040 también incluye tecnologías igualmente costosas instaladas en plantas de energía y otras fuentes de contaminación que se supone capturan una porción del CO2 generado por la quema de combustibles fósiles antes de que puedan escapar al medio ambiente.
Todavía hay tiempo para que la propuesta cambie con las elecciones al Parlamento Europeo en el mes de junio. Después de las elecciones, una nueva Comisión podría presentar una propuesta revisada que luego tendría que ser aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
