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Esta aplicación hace parte integral de la mitad de los divorcios en Italia

WhatsApp es la mayor causa de divorcio de Italia, dice un estudio publicado por la asociación de abogados…

WhatsApp es la mayor causa de divorcio de Italia, dice un estudio publicado por la asociación de abogados de familia de ese país. El estudio reporta que cerca del 50% de los casos de divorcio tiene a WhatsApp como uno de los protagonistas de la disputa.

“A través de WhatsApp, los amantes intercambian fotos comprometedoras, y hemos visto adúlteros que usan el servicio para mantener tres o cuatro relaciones al mismo tiempo”.

Gian Ettore Gassani, el presidente de la asociación, explica como usan los italianos el servicio. “Las redes sociales han incrementado la traición en Italia. El retorno del estereotipo del amante latino se facilita inicialmente a traves de los mensajes de texto y luego a través de Facebook y WhatsApp”. En el pasado habíamos visto un estudio similar en Inglaterra que demostraba que un tercio de los divorcios usaban Facebook como evidencia en las cortes.

Los argumentos en esta discusión regresan siempre a la discusión de la privacidad. A través de las redes sociales hoy es mas fácil que nunca establecer relaciones con desconocidos. Pero así como es fácil establecer relaciones, también es sencillo que terceros puedan intuir la conexión entre dos personas que en la teoría, no deberían conocerse.

A raíz del escándalo con la fotografías comprometedoras de algunas estrellas de Hollywood, la discusión de la privacidad ha regresado a un primer plano. Angelica Huston, la famosa actriz de Irlanda, decía recientemente en una entrevista que la privacidad ya no existe. Ahora debemos asumir que todo lo que hagamos podrá ser publicado y descubierto en algún momento. Como usuarios manejamos además una cierta doble moral en este respecto. Nos gusta que exista la transparencia y la divulgación completa de detalles, por ejemplo en casos criminales de alto perfil, pero queremos proteger a toda costa nuestros “pecadillos”. Las redes sociales no discriminan. Tanto sus pecados, como los de las estrellas de Hollywood están ahí para el conocimiento de todos.

Mi perspectiva es que estamos llegando a un punto de inflexión. Las redes sociales están cambiando nuestro comportamiento y las reglas que regían nuestra sociedad también están cambiando. Podemos ver esta era como una segunda revolución sexual. Puedo imaginarme a las abuelitas de la época escandalizadas con el comportamiento de sus hijas y nietas de la época, tanto como hoy nos escandalizamos con lo que hacen algunas personas en redes sociales. la solución sin embargo no está en lo que hacen algunas personas: desconectarse completamente. Simplemente tenemos que aceptar que la realidad ha cambiado y que de ahora en adelante todo lo que hagamos será público. Vaticino que en unos años lo que hoy nos parece escándalos será absolutamente normal y pasaremos a una nueva ola de intereses. Nuestro interés y el morbo por el sufrimiento ajeno, el mismo “Schadenfreude” alemán, nunca van a desaparecer.

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