Cuando Apple lanzó el App Store de iOS su lema era “¡Hay una aplicación para eso!” Tenían razón con esa máxima, hoy prácticamente hay una aplicación para cualquier cosa que se nos ocurra hacer en la vida. La mala noticia para los usuarios, es que las aplicaciones algunas veces terminan en manos de las personas equiviocadas, que les dan usos maliciosos, no necesariamente los que mejor nos convienen a los usuarios ni los que esperaban sus desarrolladores.
Para ilustrar el ejemplo, quiero introducirlos al término ”Cyber-Flashing”. La semana pasada, mientras viajaba en el subterráneo de Londres, a una mujer joven y atractiva le empezaron a llegar fotografías de un pervertido sexual directamente a la pantalla de su smartphone. Ella desde luego negó la aceptación de las fotografías, pero el daño ya estaba hecho. Alcanzó a ver los previews de estas fotografías. ¿De dónde provenían? Un pervertido usó Airdrop para enviárselas. Cyber-Flashing es el equivalente virtual de los pervertidos sexuales que muestran sus atributos a las personas que andan por la calle. Puedo imaginarme que es bastante popular entre algunos adolescentes.
Airdrop es el sistema que usan los dispositivos Apple para enviarse contenidos entre si. Funciona a través del protocolo Bluetooth, lo cual significa que los dispositivos deben estar a corta distancia el uno del otro. Es un sistema muy conveniente. A través de el, es posible enviar casi cualquier cosa entre dispositivos. Hablo de páginas de internet, archivos, enlaces, y como ya sabemos también fotografías, entre otras muchas cosas. Personalmente creo que el sistema tiene un problema que Apple debería arreglar. Observe la siguiente imágen del panel de control de iOS.
La zona remarcada es el panel de control de Airdrop. Dice Contacts Only, pero no se refiere a que se pueden enviar tarjetas de contactos únicamente. Se refiere a que solo permite el intercambio, si la contraparte está incluída en su lista de contactos. Las otras opciones, no usarlo, o usarlo con cualquier persona. Yo creo es algo confuso para los usuarios y muchos terminan dejándolo abierto para recibir contenidos de cualquiera. De todas maneras, el usuario receptor tiene la posibilidad de negar la aceptación de los contenidos al momento de recibirlos.
Este fue el problema de la señora en el subterráneo. El degenerado detectó el iPhone abierto y envió su “material”. La única manera de prevenir el problema, sin perder la funcionalidad, es no tener pervertidos en su lista de contactos.
Vale la pena aclarar que este problema no es endémico a iOS. También le puede suceder a un usuario Android con la funcionalidad Android Beam aunque esta última es mas segura. La razón es que en lugar de usar Bluetooth usa NFC, que tiene un rango de acción de unos pocos centímetros. Así el pervertido tendrá que estar sentado a su lado para enviar las imágenes ofensivas. La otra opción en Android es S-Beam que es mas peligrosa pero menos funcional, pues requiere de Wi-Fi.
En cualquier caso, es importante conocer las características de su dispositivo y como se configuran. Es la mejor manera de evitar abusos y delitos informáticos.