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El futuro ya está aquí – solo que no está distribuido equitativamente

Es cierto: el mundo cada día va más rápido. Y para muchos ya no es posible mantener el ritmo. Bienvenidos a la 4ta Revolución Industrial

Para nadie es un secreto que cada día el mundo anda más rápido. La velocidad a la que avanza la tecnología es cada vez mas rápida y, como dice Thomas Friedman en su libro Thanks for Being Late, ya no somos capaces de absorber estos cambios a tiempo. 

“Even though human beings and societies have steadily adapted to change, on average, the rate of technological change is now accelerating so fast that it has risen above the average rate at which most people can absorb all these changes. Many of us cannot keep pace anymore”. – Thomas Friedman, Thanks for Being Late

Nos tomó siglos pasar, como sociedad, de un modelo de vida nómada a uno sedentario en el cual, y gracias a la agricultura, nos pudimos quedar en un solo sitio y creamos la base de las ciudades en las que vivimos hoy.

Pasó cerca de 1 siglo desde el inicio de la 1ra Revolución Industrial hasta su adopción masiva en la mayoría de los países del mundo.

Pasaron cerca de 40 años para que las economías del mundo adoptaran el motor a vapor como parte de su proceso productivo, en lo que hoy reconocemos fue la 2da Revolución Industrial. 

Pasaron menos 20 años para que el computador cambiara la manera en que trabajamos (la 3ra Revolución Industrial) y menos de 10 para que los smartphones se apoderaran del mundo.

El Sharing Economy no lleva ni 5 años y ya pone de cabeza a industrias y modelos económicos  establecidos.

Las siguientes revoluciones – la Inteligencia Artificial, los Vehículos Autónomos, la Automatización, el Internet de las Cosas, las Realidad Aumentada (o Mixta) y la impresión en 3D – ya están aquí y tomarán menos de una década para cambiarlo todo. Y, a diferencia de las anteriores, no llegarán por si solas sino que se combinarán para crear lo que ya se conoce como la 4ta Revolución Industrial. 

Una revolución que, al igual que las anteriores, nos obligará a cambiar radicalmente nuestro entendimiento del funcionamiento de nuestra sociedad y de nuestra economía, nos retará a encontrar nuevos modelos de funcionamiento, de educación y de trabajo. 

Como dice el gran escritor William Gibson: “El futuro ya está aquí- solo que no está distribuido equitativamente”.

Es hora de pensar en el futuro, un futuro que para muchos ya es una realidad. Un futuro con un potencial impresionante pero que a menos que adoptemos creará una brecha incluso mayor a la que vemos entre ricos y pobres, entre países desarrollados y sub-desarrollados. Un futuro que nos puede incluso separar entre especies, pero ese es tema para otro artículo. 

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