Vale la pena recapacitar por un momento acerca de lo siguiente: Qué sería del mundo actual sin los tecnólogos (entendiendo el término como: aquel profesional con conocimientos prácticos y habilidades especializadas para resolver problemas en su campo tecnológico), esos cerebros ingeniosos que constantemente innovan y diseñan nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades cambiantes de la sociedad? Puede que no se den cuenta de inmediato, pero si llegaran a faltar, las personas pronto notarían que algo anda muy, muy mal.
En el peor de los casos, muchos notaran que el reloj inteligente ya no los saluda con los datos del sueño ni la predicción del tiempo, la cafetera inteligente no ha preparado el café porque el Wi-Fi decidió no funcionar, ya nada parece igual a lo que era antes!
El regreso a la Era Pre-Digital
Siguiendo con el escenario anteriormente planteado, las empresas empezarían a enfrentar problemas. Sin tecnólogos para desarrollar y mantener sistemas de software, las plataformas de comercio electrónico colapsarían, afectando la economía global. Las fábricas que dependen de procesos automatizados que llegarían fácilmente al extremo e detenerse, y los servicios financieros, que utilizan algoritmos complejos para detectar fraudes, volverían a ser vulnerables.
La comunicación se volvería un desafío. Con las redes sociales y los servicios de mensajería fuera de línea, habría que volver a los viejos métodos de comunicación: llamadas telefónicas (cuando funcionan) y cartas. Las reuniones de negocios, antes eficientemente realizadas por videoconferencia, regresarían a viajes largos y costosos.
Un freno a las ciudades!
Las ciudades inteligentes, diseñadas para ser eficientes y sostenibles gracias a la IoT (Internet de las Cosas), volverían a ser urbes ineficientes y desorganizadas. Los sistemas de tráfico, que medianamente se ajustaban automáticamente para evitar congestiones, dejarían de funcionar, resultando en embotellamientos interminables.
Los hospitales, que suelen depender de la tecnología para diagnósticos precisos y tratamientos avanzados, enfrentarían una crisis (algo similar a lo que sucede cuando se presentan casos de Ransomware). Sin los sistemas de gestión de datos de pacientes y la tecnología médica de vanguardia, la calidad de la atención médica tiende a deteriorarse “en un abrir y cerrar de ojos”.
En pocas palabras, un mundo sin tecnólogos podría ser como la canción de Alanis Morissete: algo irónico!
Un futuro con o sin tecnólogos?
La falta de tecnólogos podría llegar a mermar o hasta frenar el progreso humano. La exploración espacial, que dependía de avances tecnológicos para misiones seguras y eficientes, podría llegar a detenerse. Los autos voladores, robots asistenciales y otras innovaciones futuristas continuarían siendo tan sólo sueños.
La educación se vería severamente afectada. Las herramientas de aprendizaje en línea y los recursos educativos digitales, que democratizaban la educación, dejarían de evolucionar. Los estudiantes se verían obligados a volver a los libros de texto físicos (que no se actualizan tan frecuentemente como los medios digitales) y a los métodos tradicionales de enseñanza sólo y exclusivamente presencial.
Todos esos ejemplos hipotéticos anteriormente mencionados, dan a entender que los tecnólogos podrían ser fundamentales para el progreso y la comodidad de la sociedad moderna. Son ellos quienes trabajan incansablemente innovando y diseñando nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades cambiantes de la sociedad. Son responsables de utilizar la tecnología para desarrollar productos, servicios y procesos que no sólo mejoran la vida de las personas sino, que, también, impulsan el rendimiento de las empresas y la economía global.
Sería ideal saber que opina usted, señor lector, será que los tecnólogos son tan importantes como los describe este artículo o, simplemente son un profesional más de muchos que hay?
