Es crucial señalar que, en un momento en que un importante grupo comercial del petróleo se encuentra lanzando una campaña de siete cifras contra la última decisión de la administración Biden de alejarse de los automóviles de gasolina, el gigante petrolero multinacional Shell está reconsiderando su estrategia comercial para centrarse cada vez más en las energías renovables y la carga de vehículos eléctricos. A continuación, le comentaremos todo lo que tiene que conocer sobre Shell y porqué la gasolina será solo un backup en el futuro.
Shell: energías renovables y carga de vehículos eléctricos
En su informe Estrategia de Transición Energética 2024, Shell anunció que planeaba vender la cantidad de 1.000 de sus estaciones de servicio minoristas (incluidas empresas conjuntas) entre 2024 y 2025. La compañía señaló que esta medida tenía como objetivo reasignar esos recursos hacia estaciones de carga de vehículos eléctricos “en respuesta a las necesidades del cliente”.
El gigante petrolero multinacional, Shell, ya posee una inversión global en la carga de vehículos eléctricos. Y también cuenta con cierta experiencia en convertir gasolineras en centros de carga. A finales del pasado año 2023, la división de carga de vehículos eléctricos Shell Recharge operaba alrededor de 54.000 puntos de carga públicos para vehículos eléctricos en varios lugares del mundo. Esto fue más que 27.000 en el año de 2022.
Es de resaltar que, el gigante petrolero tiene grandes planes para lo que queda de década. Quiere instalar unos 70.000 puntos de carga públicos de aquí a 2025 y unos 200.000 de aquí al año 2030, según el informe.
Descargar 1.000 estaciones sería como extraer una gota del océano; equivale a sólo el 4% de los sitios de la empresa. Además, Shell no ha mencionado hasta el momento qué puntos de venta minorista quiere descargar, sin embargo, está claro que está buscando replicar parte del éxito que ha tenido con las estaciones de carga de vehículos eléctricos en China también en otros países. Eso incluye a los Estados Unidos.
Por si no lo sabía, en el mes de septiembre, Shell Recharge abrió su mayor estación de carga de vehículos eléctricos en un aeropuerto de Shenzen, China. La ubicación posee 258 puntos de carga y Shell menciona que la afluencia de clientes ha sido abrumadora, con miles de conductores de vehículos eléctricos usando el sitio todos los días.
Según se informa, también pretende ampliar su huella de carga en los Estados Unidos. En el mes de marzo pasado, Shell USA completó la adquisición de la empresa de carga Volta. Aunque no tiene la capacidad de poder competir con las redes Tesla Supercharger o Electrify America, Shell Recharge ya cuenta con más de 3000 puntos de carga en 31 estados de EE. UU. Según la compañía, se están desarrollando más de 3.400 puntos de carga adicionales.
La compañía señaló en el informe, “Creemos que el crecimiento de la demanda de petróleo se desacelerará en la segunda mitad de esta década y podría comenzar a caer en la década de 2030 debido al aumento de la eficiencia de los vehículos y al crecimiento de los vehículos eléctricos”.
Del mismo modo que varios otros pronósticos del mercado, Shell espera que las ventas de vehículos eléctricos se disparen en los próximos años.
Desde Shell creen que en el futuro el gas sólo desempeñará un “papel de respaldo porque muchos procesos industriales requieren una alta confiabilidad del suministro de energía”.
Vale la pena destacar que, a pesar de cerrar todas sus estaciones de hidrógeno en California, Shell no está renunciando por completo a la tecnología.
En este sentido, el informe dice, “También vemos potencial para el hidrógeno a largo plazo cuando sea competitivo en costos”.
El paso de Shell hacia la carga de vehículos eléctricos se produce en un momento en que la asociación comercial estadounidense de fabricantes de combustibles y petroquímicos ha lanzado una campaña de siete cifras contra las últimas regulaciones de la administración Biden para alejarse de los automóviles de gasolina.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) finalizó recientemente sus estándares de emisiones para los años 2027 a 2032. Las reglas requerirían que los fabricantes de automóviles giren progresivamente hacia los vehículos eléctricos y los PHEV para cumplir con el objetivo de emisiones de múltiples contaminantes más estricto de la historia de Estados Unidos. Y para cumplir estos objetivos, EE. UU. necesita millones de cargadores de vehículos eléctricos adicionales.
Pero la AFPM ha afirmado falsamente en su sitio web que los estadounidenses se encuentran firmemente en contra de cualquier esfuerzo gubernamental destinado a prohibir los automóviles a gasolina e imponer mandatos sobre los vehículos eléctricos. Según se informa, el grupo teme quedarse sin negocio y piensa que las normas de la EPA son una “agenda de electrificación forzada”.
Aunque es cierto que Estados Unidos todavía está profundamente dividido en cuanto a los autos eléctricos, eso se debe primordialmente a una infraestructura de carga inadecuada, ansiedad por el alcance y así mismo, falta de educación. Los estadounidenses apoyan abrumadoramente las medidas contra el cambio climático, y los vehículos eléctricos son una parte inextricable de ese esfuerzo.
