Si hay algo inherente que mencionar es que, en la era digital, las competencias tecnológicas son un mecanismo indispensable en cualquier currículum. Prepararse y adaptarse a esta nueva realidad se ha convertido en uno de los mayores desafíos laborales. Según el Foro Económico Mundial 2023, se estima que 6 de cada 10 trabajadores tendrán que aprender nuevas habilidades antes de 2027 y cerca del 23 % de los empleos actuales se transformarán significativamente.
En el mes de julio del presente año 2024, la tasa de desempleo fue de 9,9 %, mientras que en el mes de julio del pasado año 2023 fue 9,6 %, según datos del DANE. Ante este panorama, Eva Iglesias, quien es directora académica del Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de Recursos Humanos de la Universidad de Nebrija, recalca la importancia de una actualización constante en competencias tecnológicas e informáticas, cruciales para mantenerse competitivo en el mercado laboral y así disminuir la tasa de desempleo.
Se necesitarán nuevas habilidades digitales
Iglesias destaca que muchas posiciones en el mercado tecnológico son tan recientes que todavía no existen suficientes profesionales capacitados para cubrirlas.
“Cada día aparecen ofertas de trabajo para roles que hace dos años no existían, como ingenieros de prompts, analistas de big data o científicos de datos. Incluir habilidades tecnológicas como complemento en el currículum abre sin duda nuevas oportunidades laborales y por ende aporta en la reducción del desempleo”, afirma.
Vale la pena destacar que, esta realidad amplía formidablemente las oportunidades, donde la titulación de origen pierde relevancia frente a las habilidades necesarias para ser “empleables”. El aprendizaje continuo o long life learning exige renovar conocimientos al menos cada 2 años para mantenerse actualizado y a la vanguardia.
Por su parte, la experta recalca la necesidad de dominar habilidades informáticas clave en una transformación digital acelerada en todos los sectores.
“En cualquier profesión será necesario dominar las habilidades informáticas para tener las capacidades de identificar, capturar, transformar, analizar e interpretar los datos para impulsar el valor y la innovación aplicada en diversas industrias, como por ejemplo las finanzas, la salud, los bienes de consumo o la tecnología”, enfatiza Iglesias.
Es crucial dar a conocer que entre las principales competencias se encuentra el big data, herramienta que ayuda en el manejo de ingentes cantidades de datos para proporcionar soluciones adaptadas. Por su lado, para administración de base y extracción de datos, es fundamental el conocimiento de programas como R, Power BI, así como también PostgreSQL y Python. Además, para el tratamiento de datos, la Inteligencia Artificial aplicada será la mejor opción, mediante IBM Watson o Power Automate, así como las más de 100 aplicaciones de IA generativa que ayudan a automatizar labores diarias (ChatGPT de Open AI es solo una de ellas). Estas competencias digitales e informáticas ya no son exclusivas de áreas como ingeniería, economía o incluso matemáticas; ahora también son fundamentales en disciplinas como periodismo, medicina y del mismo modo, derecho.
Poseer perfiles híbridos capaces de combinar experiencia de campo con habilidades avanzadas en el manejo de datos, hace profesionales esencialmente valorados en el entorno actual.
“Por este motivo, la Universidad Nebrija está preparando a sus estudiantes para enfrentar el entorno laboral digitalizado, incorporando muchas de las nuevas herramientas a los títulos de Grado y Máster, para ofrecerles el conocimiento académico pero con una visión práctica de las herramientas tecnológicas que les van a demandar en cualquier puesto de trabajo”, concluye Iglesias.
