Los amantes de las películas y las series suelen disfrutar al ver contenidos en definiciones altísimas como 4k y 8k, en las cuales, la idea es no perder detalle alguno del contenido. Algunos, inclusive suelen bromear al respecto, al decir que van a poder ver detalles minúsculos de los protagonistas como los poros de la piel o las imperfecciones en la genética del actor.
Cómo es eso de la resolución 4k y 8K?
Pensando en el tema de la resolución, vale la pena explicar el concepto de la llamada tecnología 4K o ultra HD que, brinda 8 millones de píxeles y es cuatro veces superior a la que hoy ofrece el estándar Full HD. En palabras simples, es una barbaridad, ¡¡Es como tener 4 pantallas juntas.
En el caso de 8K, los números son aún mayores, ya que este estándar nuevamente es y es cuatro veces superior a la que hoy ofrece la tecnología 4K, ósea más de 30 millones de píxeles.
Ahora bien, las cosas no terminan ahí, consumir contenidos es un placer que, cada vez, se está volviendo más refinado pues, ya no sólo se trata de tener un simple aparato que muestre las imágenes, sino, también, de hacer cada vez más real e inmersiva la experiencia, recreando video con una súper mega resolución 8K (que a su vez es 4 veces mayor que el anteriormente mencionado 4k) capaz de movilizar hasta 33 millones de pixeles.
Y el sonido? Cómo se acompaña semejante resolución?
No se puede dejar de lado la calidad de audio que, debe estar a la altura de semejante imagen, bien sea por medio de una barra de sonido o con la ayuda de la Inteligencia Artificial para recrear de manera fidedigna el comportamiento del ambiente.
Sólo necesito que mi SmartTV soporte 4K u 8K?
Los fanáticos con el poder adquisitivo suficiente, seguramente van a buscar adquirir un flamante TV 4K u 8K y conectarlo a otro pomposo reproductor o consola con la misma resolución usando una entrada del tipo HDMI 2.1a, con el fin de no llegar a perder detalle alguno en materia de calidad y fidelidad. Por lo mismo, vale la pena revisar que su SmartTV no sólo soporte la resolución del caso sino, que, incluya las entradas adecuadas y necesarias.
Y el contenido? En 8K?
Lograr que el usuario se pueda acercar a la pantalla (si el contenido está hecho para 8K) sin ver el píxel por ningún lado. Como era de esperarse, esta tecnología ayuda a percibir lo deficiente que es la calidad de la señal de los canales de TV locales que, en ocasiones, no alcanzan siquiera a ser Full HD. Aunque, cuando se habla de la TV, películas o series por suscripción la cosa cambia, ya que al tener acceso vía streaming como en el caso de Netflix, Prime, Apple TV+, YouTube, Vimeo o similares, se pueden encontrar varios contenidos en resolución Ultra HD o 4K.
Y en 8K?
No se puede olvidar la ecuación compuesta por el dispositivo que despliega la imagen (algunos lo llaman pantalla, SmartTV o proyector), el que la transmite o recibe (hace el Streaming) y, obviamente, la fuente o contenido (que tiene las películas, series, programas o videojuegos) que se van a consumir.
El talón de Aquiles cuando se habla de 8K es:
- La cantidad de contenidos que actualmente existen en dichos formatos bien sea a nivel de streaming, videojuegos o similares es un número muy reducido.
- La banda ancha que, en algunos países de Latinoamérica puede llegar a ser un poco estrecha (aunque suene contradictorio, algunos operadores “le meten gato por liebre a los usuarios” con un servicio asimétrico y muy lento) y para 8K puede llegar a ser ridículamente lenta, a tal punto de arruinar la experiencia de uso.
Aunque existe la opción de hacer “UpScalling” por medio de la Inteligencia Artificial, la experiencia no es igual de maravillosa (pruebe usted mismo con los contenidos antiguos de Disney+) que, cuando los contenidos son creados y consumidos en la resolución formato, colores y, en general, las condiciones que fueron planeados originalmente por el equipo de dirección.
Entonces, 4k u 8K?
La respuesta más sensata es 4K, dada la madurez tanto del ecosistema de dispositivos como de los contenidos y, obviamente, el costo de adquisición de todo lo anterior.