Para nadie es un secreto que el 2023 fue el año de la IA generativa, el enorme potencial de la tecnología comenzó a materializarse en entornos del mundo real. 2024 debe ser el año en que nos tomemos en serio sus riesgos, fundamentalmente las graves implicaciones que podría tener para ampliar las desigualdades existentes y crear otras nuevas. Es responsabilidad de los líderes y los responsables de las políticas internacionales garantizar que toda la humanidad, no solo unos pocos afortunados, aproveche los beneficios de la Inteligencia Artificial (IA).
Como bien se ha podido dar cuenta, las capacidades de los sistemas de IA están madurando y muchos en el mundo desarrollado utilizan ahora modelos de lenguaje de gran tamaño que comprenden el lenguaje, generan imágenes y razonan en nuestra vida cotidiana. En un futuro próximo, se espera que estos modelos contribuyan a optimar la productividad, impulsar el crecimiento económico, así como a empoderar a las personas desde las artes hasta la investigación científica y, posiblemente, ayudar a la humanidad a afrontar desafíos sociales y tecnológicos de gran escala.
Pero, ante todo esto, seguramente se le viene a la mente algunas preguntas como; ¿se distribuirán de manera uniforme estos efectos? ¿Se centrarán en las necesidades de las comunidades que ya están subrepresentadas? igualmente otras como; ¿cómo podemos garantizar que los beneficios no se limiten a los países desarrollados que cuentan con los recursos, la infraestructura, la alfabetización digital y la capacitación para aprovechar al máximo la IA de vanguardia? A continuación, comentaremos de estos aspectos y mucho más, así que, no se pierda ningún detalle aquí en TECHcetera.
¿La IA debe ser inclusiva? Descúbralo aquí
Vale la pena señalar que, en términos de desarrollo de Inteligencia Artificial (IA), hay varias cuestiones que tienen que abordarse en términos de acceso e inclusión.
Es de resaltar que los desafíos que plantea la innovación local en materia de Inteligencia Artificial suelen ir acompañados de un acceso inadecuado a los servicios de Internet, una capacidad informática limitada y la falta de disponibilidad de capacitación sectorial. Los grupos y países que ya poseen dificultades para aprovechar los sistemas de IA actuales posiblemente se quedarán todavía más rezagados, a menos que se reviertan activamente algunas de estas tendencias.
Para corregir esta situación, los gobiernos, así como los líderes del sector privado y los expertos técnicos deben generar apoyo y crear reglas y normas para el desarrollo, así como para la distribución y el acceso equitativos a la Inteligencia Artificial. Igualmente deberán considerar una serie de otras cuestiones, como los prejuicios, la privacidad, así como también la necesidad de una terminología compartida y precisa, la rendición de cuentas, e incluso, la transparencia, la higiene de los algoritmos y el desarrollo de la confianza.
Cabe destacar que, sin cierto grado de intervención, gobernanza, así como salvaguardas y, sobre todo, consenso, no se puede garantizar una IA inclusiva. Para abordar esta brecha, el Foro Económico Mundial se encuentra utilizando su modelo de múltiples partes interesadas para reunir a los líderes gubernamentales y empresariales a fin de garantizar que cuestiones clave como la inclusión y el acceso equitativo estén en la agenda de la Inteligencia Artificial.
Basándose en el Marco Presidio para el desarrollo y la implementación responsables y optimizados de la Inteligencia Artificial, publicado en el mes de junio del año pasado, la Alianza de Gobernanza de la IA del Foro reúne a expertos de diferentes sectores para promover la calidad y la disponibilidad de datos transfronterizos. Su objetivo es movilizar recursos para explorar los beneficios de la Inteligencia Artificial en sectores importantes como la educación y la atención sanitaria.
La AI Governance Alliance se encuentra impulsando un enfoque de 3 frentes para garantizar la distribución equitativa de la tecnología en todo el mundo. La serie de documentos informativos, publicada durante la reunión anual, presenta recomendaciones sobre sistemas y tecnologías seguros, aplicaciones y transformaciones responsables, y de igual forma, gobernanza y regulación resilientes.
Vale la pena destacar que, entre los principios centrales identificados para el éxito se hallan la necesidad de perspectivas estandarizadas sobre el ciclo de vida del modelo, inculcar la responsabilidad compartida, así como tomar medidas para gestionar proactivamente el riesgo, garantizar la gobernanza de múltiples partes interesadas, comunicarse de manera transparente y abogar por la coordinación y las normas internacionales para ayudar a prevenir la fragmentación.
