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La IA debe regularse. Esto es lo que propone Google

La IA debe regularse.

Para nadie es un secreto que la Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología potente. Durante mucho tiempo hemos dicho que la IA es demasiado importante para no regularla y demasiado inherente para no regularla bien. Pero ahora que legisladores desde Connecticut hasta California proponen nuevos marcos legales para la Inteligencia Artificial, ¿qué significa eso en la práctica? a continuación, comentaremos esto y mucho más acerca de que la IA debe regularse. Así que ¡no deje de leer este interesante artículo!

La IA debe regularse

5 proyectos de ley actuales en el Congreso y 7 principios regulatorios de la Inteligencia Artificial trazan un camino para no simplemente mitigar el riesgo sino también para aprovechar las oportunidades.

Por qué el enfoque del gobierno de Estados Unidos está funcionando

Durante el año pasado, el gobierno de Estados Unidos adoptó un enfoque reflexivo sobre esta cuestión al elaborar directrices para desarrolladores, implementadores y de igual forma, usuarios de Inteligencia Artificial. Es de resaltar que, los compromisos basados ​​en principios han establecido un marco para el sector, mientras que una Orden Ejecutiva federal ha proporcionado orientación detallada a los reguladores.

Y en un momento de división partidista, el Congreso se encuentra complementando este trabajo de manera deliberada y equilibrada. Según se conoce, la Cámara ha formado un comité bipartidista liderado por miembros con experiencia en informática e Inteligencia Artificial (IA) para considerar la legislación, y el mes pasado el Grupo de Trabajo Bipartidista de IA del Senado publicó su hoja de ruta política “Impulsando la innovación estadounidense en Inteligencia Artificial”, la cual establece recomendaciones políticas detalladas para equilibrar Riesgos y beneficios de la IA.

Cabe destacar que, se celebran estos esfuerzos por 3 razones las cuales son:

En primer lugar, el enfoque del gobierno reconoce el extraordinario potencial de la innovación de la IA en ciencia, atención médica, así como energía y mucho más, al tiempo que adopta un marco práctico de riesgo y beneficio para los próximos pasos. Esto es esencial para que Estados Unidos continúe a la vanguardia de la Inteligencia Artificial.

En segundo lugar, los líderes estadounidenses están observando el formidable potencial económico de la Inteligencia Artificial. Un reciente informe de McKinsey cifra ese impacto económico global en entre $17 y $25 billones de dólares anuales para 2030. (Cabe acotar que, esa es una cantidad comparable al PIB actual de Estados Unidos). Es crucial señalar que, para aprovechar ese potencial, tanto la Casa Blanca como el Grupo de Trabajo del Senado establecieron acciones concretas. El gobierno federal puede tomar hoy para aumentar el acceso a las herramientas de IA y desarrollar una fuerza laboral preparada para la Inteligencia Artificial.

Y así mismo, en tercer lugar, estos esfuerzos dejan claro que los sectores público y privado tienen que unirse para liderar la Inteligencia Artificial (IA). Nos encontramos en medio de una carrera tecnológica global. Y como todas las carreras tecnológicas, es una competencia que ganará no el país que inventa algo primero, sino más bien, los países que mejor lo implementan, en todos los sectores. Esto incluye la ciberdefensa pública y privada y de igual forma, la seguridad nacional en Estados Unidos, donde el despliegue exitoso de la IA tiene la capacidad de poder ayudar a revertir el “dilema del defensor”.

Desde Google respaldan las 5 campanas mencionadas en la hoja de ruta de políticas de IA del Senado

A continuación, se presentan 5 proyectos de ley que apoyan desde Google y desde la compañía, continúan estando a favor de una legislación que abarque otras áreas clave.

La Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta única, una nueva tecnología de uso general. Y al igual que con la máquina de vapor, así como la electricidad o incluso, el Internet, aprovechar su potencial requerirá que las partes interesadas públicas y privadas colaboren para cerrar la brecha entre la teoría de la IA y la práctica productiva. Juntos, se puede llegar a pasar del “asombro” de la IA al “cómo” de la Inteligencia Artificial, para que todos, en todas partes, tengan la capacidad de poder beneficiarse de las oportunidades de la IA.

Estos son los 7 principios para una regulación responsable

Hasta el momento, las empresas en las democracias han liderado avances en las capacidades de Inteligencia Artificial y en la investigación fundamental de la IA. Pero, como siempre hay un pero… debemos seguir apuntando alto, centrándonos en los futuros avances de la IA, porque aunque Estados Unidos lidera en algunos campos de la Inteligencia Artificial, estamos atrasados ​​en otros.

Para complementar la innovación científica, sugieren 7 principios como base para una regulación audaz y responsable de la IA, los cuales son:

  1. Apoyar la innovación responsable. El Grupo de Trabajo Bipartidista sobre IA del Senado comienza su hoja de ruta con un llamado a aumentar el gasto tanto en innovación de IA como en salvaguardias contra riesgos conocidos. Eso tiene sentido, debido a que los objetivos son complementarios. Los avances tecnológicos en realmente aumentan la seguridad, ayudándonos a construir sistemas más resilientes. Aunque las nuevas tecnologías implican incertidumbre, todavía se puede incorporar buenas prácticas que generen confianza y no frenen la innovación beneficiosa.
  2. Centrarse en los resultados. Centrarse en resultados específicos permite a los reguladores intervenir de manera focalizada, en vez de tratar de gestionar la vertiginosa evolución de la informática y las técnicas de aprendizaje profundo. Ese enfoque fundamenta las nuevas reglas en cuestiones reales y ayuda a evitar regulaciones demasiado extensas que podrían cortocircuitar los avances ampliamente beneficiosos de la Inteligencia Artificial (IA).
  3. Lograr un equilibrio sólido en materia de derechos de autor. Aunque el uso legítimo, las excepciones a los derechos de autor y reglas similares que rigen los datos disponibles públicamente desbloquean los avances científicos y la capacidad de aprender a partir del conocimiento previo, los propietarios de sitios web deberían tener la capacidad de poder usar herramientas legibles por máquina para optar por que el contenido de sus sitios no se use para la capacitación en IA.
  4. Cerrar las lagunas en las leyes existentes. Si algo es ilegal sin Inteligencia Artificial, entonces es ilegal con IA. No necesitamos leyes duplicadas ni ruedas reinventadas; se necesita identificar y llenar los vacíos donde las leyes existentes no cubren apropiadamente las aplicaciones de Inteligencia Artificial.
  5. Empoderar a las agencias existentes. No existe una regulación única para una tecnología de uso general como la Inteligencia Artificial, como tampoco tenemos un Departamento de Motores o una ley que cubra todos los usos de la electricidad. En cambio, precisamos empoderar a las agencias y hacer de cada agencia una agencia de IA.
  6. Adoptar un modelo de centro y radio. Un modelo de centro y radio establece un centro de experiencia técnica en una agencia como el NIST que tiene la posibilidad de promover la comprensión gubernamental de la IA y apoyar a las agencias sectoriales, reconociendo que los problemas en la banca diferirán de los problemas en productos farmacéuticos o transporte.
  7. Esforzarse por lograr la alineación. Ya hemos podido observar docenas de marcos y propuestas para gobernar la Inteligencia Artificial en todo el mundo, incluidos más de 600 proyectos de ley sólo en los estados de EE. UU. El progreso de la innovación estadounidense demanda intervención en puntos de daño real, no inhibidores generales de la investigación. Y dado el alcance nacional e internacional de estos avances científicos, la regulación tiene que reflejar enfoques realmente nacionales, alineados con los estándares internacionales siempre que sea posible.

Es crucial dejar claro que, la IA puede impulsar avances más sorprendentes, si nos mantenemos enfocados en su potencial a largo plazo. Para ello será necesario ser coherentes, al mismo tiempo que reflexivos y colaborativos, y estar atentos a los beneficios que todos pueden obtener si lo hacemos de forma correcta.

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