Por si no lo sabía, la ciberseguridad en Colombia afronta una situación alarmante. En el año de 2023, el país experimentó un total de 28 mil millones de ciberataques y en lo que va del presente año 2024 ya se han registrado 20 mil millones. Hoy por hoy, el país se posiciona en el cuarto lugar del ranking de los más atacados en Latinoamérica (Informe Ransomware 2024).
Vale la pena destacar que la frecuencia y sofisticación de estos ataques han puesto en evidencia que nuestras medidas actuales son insuficientes para protegernos de las progresivas amenazas. Es realmente urgente que se implementen estrategias más robustas y efectivas para salvaguardar nuestra infraestructura digital.
Inversión en ciberseguridad aumentará
“No debemos subestimar la importancia de la ciberseguridad. Los ataques cibernéticos no sólo representan una amenaza para la reputación empresarial, sino que también pueden causar una parálisis operativa significativa. Es crucial que las empresas inviertan en tecnologías de predicción y prevención de riesgos, y establezcan procesos y procedimientos sólidos para la detección y recuperación ante incidentes de ciberseguridad. Adoptar un enfoque proactivo en la gestión de riesgos y contar con soluciones avanzadas permitirá a las organizaciones anticiparse a los ataques y minimizar los daños potenciales”, expresó Ricardo Pulgarín, director de productos y servicios en ciberseguridad de OlimpIA, compañía líder en ciberseguridad.
El impacto del robo informático genera incidentes como la filtración de datos corporativos, que desencadena en la pérdida de confianza del cliente y así mismo, una afectación en la reputación de la compañía. Se prevé que para el año 2025, la inversión en ciberseguridad en el país crezca un 19%, posicionándolo entre los 5 primeros en inversión en seguridad digital en la región.
Ante esta situación, Pulgarín propone algunos puntos clave para evitar el robo de información corporativa. Entre ellos se encuentran:
- La implementación de autenticación multifactorial: este enfoque demanda múltiples formas de verificación (contraseñas, códigos en dispositivos móviles o datos biométricos) antes de acceder a sistemas internos, disminuyendo el riesgo de accesos no autorizados incluso si se filtra una contraseña.
- Así mismo, soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA): la Inteligencia Artificial tiene la capacidad de poder detectar y prevenir comportamientos sospechosos en tiempo real, anticipándose a las amenazas y adaptándose continuamente para proteger la información crítica de las empresas.
- Entre tanto, capacitación continua en seguridad cibernética: educar a los empleados en prácticas seguras como la identificación de correos maliciosos y manejo de contraseñas, consigue minimizar el riesgo de caer en ataques de ingeniería social como el phishing.
- Adopción de una postura de cero confianzas (Zero Trust): es realmente esencial reforzar los sistemas de seguridad para anticiparse a ataques que puedan comprometer la operación de una compañía. Implementar una estrategia de cero confianzas asegura que cada acceso y transacción sean verificados rigurosamente, minimizando así los riesgos y al mismo tiempo, protegiendo la integridad de la infraestructura empresarial.
Sin lugar a dudas, la protección contra el cibercrimen se ha convertido en una prioridad urgente para la supervivencia empresarial. Se estima para el año 2025 que el costo asociado a esta actividad a nivel mundial alcance los $USD 10,5 billones (dato tomado de Cybersecurity Ventures).
Por tales motivos, las empresas tienen que adelantarse a los ciberdelincuentes, implementando acciones robustas de ciberseguridad que garanticen un entorno digital seguro. De esta forma, podrán operar con confianza y del mismo modo, mantener su competitividad en el mercado global.