Hablemos de Liquid Glass

Liquid Glass es mucho más que un rediseño visual.

El anuncio más llamativo del WWDC25 es la llegada de Liquid Glass, un nuevo lenguaje visual que llegará a todos los sistemas operativos de Apple -iOS, iPadOS, macOS, watchOS, tvOS y visionOS- este Septiembre, el cual redefine la manera en que íconos, aplicaciones, notificaciones y menús funcionan y cómo interactuamos con ellos. 

Y aunque algunos, equivocadamente, lo comparan con Windows Vista o Aereo, la verdad es que Liquid Glass es una clara evolución del software de Apple, tomando elementos de Aqua en macOS 10.0 (2000), del manejo de capas y transparencias de iOS 7 (2013) y de macOS Big Sur (2020), de la fluidez del Dynamic Island en iOS 16 (2022) y del funcionamiento de visionOS (2023).

El resultado es un nuevo meta-material que actúa como el líquido pero en un ambiente digital. Un material que no solo permite ver lo que hay detrás en un modelo jerárquico claramente definido sino uno que reacciona al contenido, reflejando y refractando la luz, cambiando el color del texto para que sea visible y ajustando y alterando su forma con base en la intención del cliente y en el contexto de lo que mostrará.

Liquid Glass es mucho más que skin o que un cambio de look and feel. Es un cambio funcional que definirá la manera de interacción con todos los dispositivos de la compañía, actuales y futuros.

Piense en el Mañana

La última vez que Apple hizo un cambio de esta magnitud fue en el 2013 con iOS 7. Un cambio que remplazó el diseño esqueuomórfico (ese que imitaba objetos reales para facilitar el entendimiento) por un diseño más digital. No fue solo un cambio de look and feel, sino un cambio estructural. Un cambio que sirvió de base durante una década.

Apple ya sabe qué dispositivos va a lanzar el próximo año, está completando su trabajo en los dispositivos que veremos en el 2028 y tiene prototipos de lo que vendrá después (no se le olvide que la primera patente de las Apple Vision Pro se presentó en el 2007 cuando apenas se lanzaba el iPhone al mercado).

Con Liquid Glass Apple no sólo está redefiniendo su plataforma hoy. La compañía está pensando en el largo plazo y preparándonos para el futuro, algo que hace constantemente: no se si se acuerda de mi cobertura del WWDC20 y de una sesión llamada “interacciones cercanas” que me dejó super intrigado. Una sesión en la que Apple nos mostró una tecnología que luego implementaría, un año después, con el lanzamiento de los AirTags. O la del WWDC21 donde la compañía tuvo una sesión llamada “moving beyond passwords” donde presentó su modelo de PassKeys, hoy disponible para varias aplicaciones y servicios de manera nativa.

Liquid Glass no solo estandariza la experiencia a lo ancho del ecosistema, del iPhone al iPad, del iPad al Mac, del Mac al televisor y a las Vision Pro, visualmente. También lo prepara para otro tipo de interacciones. Interacciones de tipo agéntico, en el que nuestros dispositivos pueden hacer más tareas de forma inteligente y  autónoma (dele una mirada al nuevo Spotlight en macOS Tahoe y a las nuevas funcionalidades de Shortcuts en iOS/iPadOS 26), e interacciones donde el contenido digital se superpone al contenido físico bien sea en un formato donde el celular sea completamente transparente (algo en lo que la compañía viene trabajando desde hace años e incluso obtuvo una patente en 2017) o en unas gafas en las que se sabe está trabajando no sólo la compañía sino todos los fabricantes de dispositivos electrónicos de consumo y de las cuales ya hemos visto prototipos de parte de Meta y Google (si quiere ahondar en este tema, lo invito a ver el final de esta conversación que tuve la semana pasada).

Liquid Glass será pivotal para estas experiencias. Y será la base sobre la cual veremos el desarrollo de aplicaciones, servicios y hardware más allá del 2030.

Así que la próxima vez que alguien le diga que Apple sólo cambió los iconos para distraernos de las demoras en Siri, ya puede mostrarles el big picture y recordarles que la compañía no da puntada sin dedal.

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