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GoPro: De héroe a villano entre las cámaras de acción

Las ventas de GoPro cayeron 31% en el último año. Ya nadie quiere tener cámaras de acción?

Hace poco mas de un año GoPro era una de las compañías preferidas de los inversionistas. GoPro, si acaso no lo recuerdan, es el líder absoluto en el espacio de las cámaras de acción. Sus productos vivieron un boom impresionante gracias a videos tomados desde drones o desde los tableros de vehículos en movimiento y publicados en Youtube. Esto le permitió a la empresa cotizar en la bolsa, donde tuvo crecimientos increíbles.

Pero hoy, después de un anuncio financiero decepcionante, GoPro puede ser catalogada como una de las empresas mas odiadas entre los inversionistas. Sus ventas cayeron 31% año a año y la compañía anunció que no espera una mejora estructural de sus ingresos en el corto plazo. Es decir que hay un problema estructural en el negocio de esta compañía. Antes de entrar en el detalle de la situación, debemos decir que GoPro entrará en una reestructuración completa de sus operaciones, incluyendo despidos, recortes y una redefinición de su portafolio de productos.

Los usuarios no están reemplazando sus cámaras por unas nuevas

¿Qué le sucede a GoPro? Al parecer se ha contagiado de la misma enfermedad que sufre el mercado de los tablets y computadores. Los usuarios no están reemplazando sus cámaras por unas nuevas. Sucede principalmente porque no hay razones de peso para hacerlo. Las cámaras de la generación anterior ya hacen lo que los usuarios requieren. Las nuevas funcionalidades no son lo suficientemente atractivas como para obligar un cambio.

El mercado natural de las cámaras de acción está saturado

Pero creo que GoPro tiene un problema adicional. Su segmento de clientes objetivo es relativamente limitado. Se trata de deportistas o aficionados a los deportes de acción. El mercado natural de las cámaras de acción está saturado y no hay opciones de crecimiento sin salirse de el. No hay productos de esas características que apelen a segmentos diferentes. Para la mayoría de nosotros el smartphone ya cubre nuestras necesidades de grabación de videos.

La compañía ha intentado crear redes de aficionados que descubren nuevos usos para las cámaras. Para este fin han lanzado servicios sociales y aplicaciones de software, como integraciones con Periscope. Los clientes no han reaccionado positivamente. El valor de la marca sigue atado al hardware y no a su explotación.

El problema es que los resultados ponen a GoPro en serios aprietos financieros. Si no encuentran una salida al problema no sería descabellado verlos aplicar a protección para quiebras. Por lo pronto GoPro ha reducido sus precios para mover el inventario. Puede ser un buen momento para comprar una cámara que le durará varios años.

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