El día empezó con una pequeña negociación conmigo mismo para ir a entrenar a las 5 am. En lugar de ir directo a desayunar, abrí Samsung Health para ver qué tan en serio iba a tomar mi propósito de volver a entrenar. En la pantalla del teléfono, el Galaxy Watch 8 Classic ya tenía listo el veredicto: 70 kilos de peso, 32 kilos de masa muscular y un porcentaje de grasa alrededor del 15–18%. Nada mal para alguien que apenas está retomando la actividad física, pero suficiente para entender que había trabajo por hacer.
Con esos números rondándome la cabeza, salí a mi primera rutina “seria” acompañado por el reloj.
Primer entrenamiento con el Galaxy Watch 8 Classic
Desde el inicio el Galaxy Watch 8 Classic dejó claras las reglas del juego con tres objetivos básicos:
- 6.000 pasos,
- 90 minutos de actividad
- 500 calorías de la actividad
Aunque no es claro de dónde salieron esta metas, para un principiante es un muy buen comienzo: tener metas es fundamental, además que sean visibles en la muñeca y sin tecnicismos. Cada vibración del reloj marcaba un pequeño avance. Mientras caminaba y entrenaba, bastaba con mirar la pantalla “siempre activa” para ver cómo subían los indicadores los pasos, el tiempo activo y las calorías quemadas.
A medida que avanzaba la rutina empecé a sentir algo de cansancio, pero el reloj contaba otra historia: más de 390 calorias y los anillos de Samsung Health comenzando a cerrarse. No tenía que interpretar gráficos complicados; los colores y las barras eran suficientes para saber que iba por buen camino.
Al terminar la sesión, las sorpresas continuaron
El resumen en la muñeca fue interesante y contundente:
- Cerca de 8.800 pasos frente a un objetivo de 6.000,
- Más de 115 minutos de actividad cuando la meta era 90,
- Alrededor de 1.230 calorías de ejercicio frente a las 500 previstas.
Lo que para mí había sido “salí a moverme un rato” se convirtió en un reporte completo de la actividad diaria. Los anillos de colores mostraban, de un vistazo, que no sólo había cumplido, sino que había superado mis propias expectativas.
Para alguien que se está iniciando en el entrenamiento, esa visualización marca la diferencia: transforma el esfuerzo en resultados concretos y medibles.
Composición corporal sin salir de casa
La otra cara de la experiencia está en la sección de composición corporal dentro de Samsung Health. Gracias a los sensores del Galaxy Watch 8 Classic, pude ver:
- Peso: 70 kg,
- Masa muscular: 32 kg,
- Grasa corporal: en torno al 15–18 %,
- IMC aproximado de 22,9.
Las barras de colores y las zonas recomendadas convierten estos datos en algo comprensible incluso para un novato. Lo mejor de todo es que no se necesitan tablas médicas ni consultas externas para entender si estás en un rango saludable o si algo comienza a salirse de control.
Ademas de los colores, lo mejor es que estos números se conectan con el entrenamiento del día: ya no es sólo cuánto pesas, sino cómo el movimiento empieza a impactar tu cuerpo con el tiempo.
Control del esfuerzo y frecuencia cardiaca
El resumen del entrenamiento también mostró un dato clave: 109 minutos con la frecuencia cardiaca elevada dentro de los 114 minutos totales de ejercicio.
Para alguien que está empezando, este tipo de información puede ser “puro oro”. El Galaxy Watch 8 Classic actúa como una especie de entrenador discreto que no grita, pero sí deja claro cuándo se está trabajando de verdad y cuándo sólo se está moviendo por inercia. Así es más fácil evitar tanto el exceso de confianza como el sobreesfuerzo.
¿Por qué el Galaxy Watch 8 Classic puede llegar a ser un buen aliado?
Hay muchas visiones de asunto y aunque depende mucho del caso de uso, tras esta primera rutina, queda claro que el Galaxy Watch 8 Classic es algo más que un accesorio bonito, ya que:
- Traduce el día en datos simples: pasos, minutos activos y calorías.
- Integra actividad diaria y composición corporal en un mismo ecosistema.
- Ofrece objetivos claros que motivan sin intimidar.
Da feedback en la muñeca y análisis más detallado en el teléfono.
En esta crónica de alguien que apenas está empezando o retomando el entrenamiento (debido al trajín que implica tener más de un negocio y una familia muy activa), el Galaxy Watch 8 Classic se convierte en una especie de narrador de la historia que, no pierde detalle alguno y convierte cada movimiento en un paso medible hacia una vida más activa.
