Por años Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno trabajaron en sigilo en nuevo gadget que prometía una revolución tan grande como la que generó el iPhone en 2007, un revolución de la que fueron participes pues ambos trabajaron en el equipo original del iPhone creando interfaces y métodos de interacción.
Las expectativas crecieron y crecieron, fondeados por más de $2 mil millones de dólares que levantaron en el camino hasta que a comienzos de este año Humane lanzó al mercado su AI Pin.
Los primeros reviews fueron malos, cuestionaron la tecnología, la funcionalidad, el costo y hasta el diseño del Pin. Y hasta crearon una discusión alrededor de si los reviewers, como Marques Brownlee que lo catalogó como el peor producto que ha evaluado, tienen alguna responsabilidad en el fracaso de las empresas cuyos productos prueban a diario.
Y ahora, 3 meses después de su lanzamiento, todo parece indicar que el AI Pin de Humane no tiene futuro.
De acuerdo con una información publicada por The Verge, son menores las unidades que se venden a diario que aquellas que la gente está devolviendo, la compañía se está quedando sin caja y en la mesa hay hasta posibilidades de adquisición de compañías como HP.
La compañía, su tecnología y su conocimiento pueda que se salven, pero su producto insignia no y con su muerte muere también la revolución de los AI Gadgets que prometían reemplazar a los smartphones.