Desde hace algún tiempo, hemos comentado que la Inteligencia Artificial (IA) se encuentra irrumpiendo como una fuerza transformadora en la mayoría de las funciones empresariales y en todo tipo de organizaciones. Y es que, es así, estas tecnologías se están transformando en el motor de la eficiencia, la innovación y la productividad. Tal es su impacto en las compañías que la decisión de adoptar e implementar la Inteligencia Artificial ha trascendido los departamentos de tecnología, convirtiéndose en una prioridad en la agenda de las juntas directivas y CEOs a nivel global.
Según un estudio comisionado por Microsoft a IDC, en Sudamérica Hispana, el 55% de las grandes empresas de la región ya han implementado herramientas concretas de Inteligencia Artificial en diversas áreas de su negocio. Como resultado, el entorno empresarial no solo ha mejorado sus resultados comerciales y ha aumentado la productividad, sino que incluso, ha avanzado en la creación de nuevos modelos de negocio que involucran tanto a clientes como también a empleados. A continuación, todos los detalles sobre cómo están asumiendo el reto de la IA las empresas en Colombia.
Asumiendo el reto de la IA…
El estudio consultó a la cantidad de 320 organizaciones con más de 1.000 empleados en Argentina, Chile, así como Colombia y Perú. El 48% de estas empresas han afirmado que el gran beneficio que perciben de la IA está en la mejora de la productividad a partir de los resultados operacionales. Esto se refleja en la generación de nuevas fuentes de ingresos, ahorros y eficiencia, así como en un mayor compromiso hacia los clientes.
Ahora bien, a continuación, se presentan los descubrimientos más destacados del estudio en Colombia:
Inversión en IA
En Colombia, el 82% de las organizaciones encuestadas planean incrementar su presupuesto destinado a la IA en los próximos 2 años, el porcentaje más grande en el territorio. Además, el 44% ya han reajustado sus gastos en ciertas áreas o proyectos, o tienen planes de hacerlo en el mismo periodo, con el objetivo de reasignar estos recursos a iniciativas de Inteligencia Artificial.
Por su parte, en Sudamérica, las empresas de medios y telecomunicaciones (65%) junto con las organizaciones de gobierno y educación un (56%), han acelerado su adopción de la Inteligencia Artificial (IA) mediante la reasignación del presupuesto. Estos sectores se encuentran colocando un enfoque significativo en optimizar la experiencia del cliente, ya sea un consumidor o un ciudadano, al usar servicios potenciados por la digitalización.
Iniciativas de IA generan un retorno de inversión
En promedio, las iniciativas de Inteligencia Artificial en las organizaciones colombianas generan un retorno de inversión que es 3 veces su costo, la cifra más alta de la región junto a Chile. Vale la pena señalar que, esta inversión suele dar resultados en un muy corto plazo; el tiempo promedio para obtener ese retorno es de un lapso de 13 meses, el más rápido en Sudamérica. Un notable 23% de las organizaciones encuestadas han conseguido recuperar su inversión inicial en menos de 6 meses.
Tiempo de implementación
Debido a su carácter estratégico, la conversación sobre la Inteligencia Artificial (IA) en el último año ha cambiado. Las compañías ya no se preguntan si la IA tiene la capacidad de poder ayudarlas a alcanzar sus objetivos, sino qué tan rápido pueden lograrlo.
A nivel regional, la mayoría de las implementaciones de proyectos de Inteligencia Artificial suelen completarse entre 3 y 12 meses, gracias a la prevalencia de iniciativas puntuales y de rápida adopción. En el caso de Colombia, el 80% de las compañías logran este proceso en menos de 12 meses, y el 59% lo hacen en menos de 6 meses, superando el promedio global del 48%.
Oportunidades para optimizar la implementación
Vale la pena destacar que, aunque en Colombia todavía existen desafíos que superar para avanzar en la implementación de la Inteligencia Artificial, el panorama es más positivo en comparación con el resto de la región. Un 40% de las empresas expresan preocupación por la falta de habilidades necesarias para aprender y trabajar con esta tecnología, una cifra que se ubica por debajo del promedio regional del 46%. Por otro lado, el 39% de las empresas considera que la falta de regulación de la IA representa una oportunidad de mejora. En último lugar, la escasez de personal especializado, como científicos de datos, ingenieros de datos o incluso, modeladores de Inteligencia Artificial, representa un desafío para el 25% de las compañías.
Es de resaltar que para avanzar en el cierre de estas brechas se precisa más trabajo en las reglas para un uso responsable de la IA. Esto implica crear y así mismo, usar la tecnología bajo principios de; equidad, confianza, así como seguridad, privacidad, inclusión, e incluso transparencia y rendición de cuentas.
En el sector privado de Colombia, este proceso ya se encuentra en marcha. El 55% de las organizaciones encuestadas han afirmado que se guían por normas, políticas y así mismo, procesos para hacer cumplir estas reglas. Además, el 28% ya cuenta con un órgano de gobernanza el cual supervisa la adopción y uso responsable de la Inteligencia Artificial, una cifra superior al promedio mundial de 21%.
No se debe pasar por alto mencionar que el interés por la IA en el país continua en aumento, demostrando el compromiso del sector empresarial colombiano con la innovación tecnológica. Las compañías observan en estas herramientas y recursos una solución que genera oportunidades de crecimiento, contribuyendo a la productividad de todos los sectores, la competitividad y al mismo tiempo, la rentabilidad.
A pesar de los desafíos que enfrenta como país, Colombia alberga grandes expectativas en el campo de la IA para las empresas y la Inteligencia Artificial Generativa. El sector empresarial se encuentra completamente consciente de la revolución positiva que estas tecnologías tienen la capacidad de poder aportar a sus respectivos sectores, resaltando su compromiso con la innovación tecnológica. Las compañías perciben estas herramientas y recursos como una solución que tiene la capacidad de generar oportunidades de crecimiento, contribuyendo así a la productividad, la competitividad y a la rentabilidad.
