Todo comenzó realmente durante la pandemia. Puede ser el tedio, la monotonía o la nostalgia para volver a tiempos menos complicados, pero un buen día, buscando algo en Mercadolibre encontré una cámara de principios de siglo (raro decir eso). En su momento siempre había querido una, pero era eso o estudiar en la universidad, simplemente no podía pagarla, pero ahí estaba por mucho menos de lo que cuesta pedir un pollo a domicilio (¿Será que el pollo es el que está caro?), vi la reputación del vendedor, no lo dudé y al compré. Ese fue el inicio de un pasión que sigue hasta hoy y que ha sido muy gratificante, pero que requiere cuidado y tacto.
Es por eso que, después de cuatro años coleccionado tecnología retro, habiendo tenido grandes encuentros de tesoros y habiendo encontrado mucha basura, me atrevo a darle estos consejos:
La tecnología vieja, cara, NO EXISTE. Y esto sí que va a estar conectado con el punto dos. Vean, a menos que sea una Apple 1 firmada por los dos Steve, no existe tal cosa como tecnología vieja que sea tan o más cara que la actual. Que pena, pero no existe. Escuchar música en un iPod en esta era híper conectada no solo es genial sino muy relajante, sin embargo, no se pueden conectar a servicio de streaming, muchos, no tienen Bluetooth (hay algunos nano y los touch si lo tienen) y las pantallas están varias generaciones atrás.
Y así se pueden citar muchos ejemplos más, la mentira más grande que existe en este mundillo es “solo para conocedores” y claro puede haber piezas raras y hasta deseables, pero a razón de hoy son dispositivos que no tienen ningunas de las prestaciones y características de las actuales, así que por mucho que deseé algo siempre póngalo en perspectiva.
Aléjese del vendedor “especializado”. Cada vez más, comienza a aparecer una comunidad activa de fanáticos de la tecnología retro y eso está bien. Facilita la discusión, explicación y conocimiento de muchos de estas piezas de historia tecnológica. sin embargo; de la mano de esto aparecen los revendedores, personas que se dedican a conseguir a precios bajos estas piezas y luego a subirle el precio de maneras desproporcionadas.
¿Cómo es que un iPod de séptima generación cuesta casi un millón de pesos o una NES casi dos?, eso no tiene sentido y obedece más a un afán de lucro que otra cosa. Busque vendedores, en lugares como Mercadolibre para quienes la tecnología retro sea solo parte de su catálogo, para ellos es una venta más y listo, no el centro de su negocio.
¿No funciona? No compro. Ni de broma vaya a comprar algo que no funciona si su intención es arreglarlo y devolverle su vieja gloria. Partamos de algo, si no tiene claro su problema, menos va a tener clara su solución y menos cuando se trata de dispositivos para los que ya no se consiguen partes y mucho menos mano de obra especializada. Personalmente tengo un par de cámaras Polaroid que compré y no funcionan,pero mi intención nunca fue que lo hicieran; solo me gustaron como piezas de diseño y nada más, por eso no me siento mal de haberlas traído a casa.
Pregunte primero al circulo cercano. No se imagina lo que sus amigos, conocidos, compañeros de trabajo y familiares tienen guardado en sus armarios. Así es como he encontrado cámaras de video 8, walkman y hasta varios Sony Ericsson, preguntando, simplemente preguntando. Muchas veces las personas guardan cosas como estuches o cajas que además se abonan al hallazgo del tesoro.
Antes de comprar, busque los periféricos. ¿Encontró la cámara que quiso cuando era adolescente o el celular que siempre quiso tener en el colegio?, genial, pero inmediatamente busque en Mercadolibre, Amazon, Marketplace y hasta AliExpress, el cargador y si puede una batería extra. Estas son las piezas que más rápido sufren desgaste y en muchos casos, simplemente no vienen con el dispositivo (esto si que pasa con ćamaras y celulares viejos), por lo que es necesario entonces conseguir todo lo adicional que se necesita para hacerlos funcionar. Si no lo encuentran, con el dolor del alma le digo, no compre el dispositivo.
¿Algún otro consejo?
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Andrés Felipe Sánchez