Cinco fracasos tecnológicos que prometieron el cielo… y se estrellaron

No todo lo que brilla en el mundo Tech es oro!

La historia de la tecnología está llena de momentos brillantes, de productos que cambiaron la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. Pero también, como todo buen drama, está llena de fracasos épicos. Esos lanzamientos que se anunciaron con bombos y platillos, que prometían revolucionar el mundo, pero terminaron en el cajón de los recuerdos… o peor, en la lista de los memes.

En este recuento aparecen cinco casos muy especiales: Google Glass, Amazon Fire Phone, Microsoft Kin, el procesador Itanium de Intel y el AirPower de Apple. Cada uno llegó con una gran idea, una oportunidad interesante, pero también con una dosis letal de errores que los convirtieron en auténticos flops.

Google Glass: del futuro al “glasshole”

Cuando Google presentó sus famosas gafas inteligentes en 2012, parecía que se abría la puerta al futuro. Fotos sin manos, mapas frente a los ojos, mensajes en el aire: un sueño de ciencia ficción hecho realidad.

El problema es que la realidad fue menos “sci-fi” y más “WTF”. Costaban USD 1.500, tenían una batería de chiste, y además generaban un miedo social tremendo: nadie quería estar en un bar con la sospecha de que lo estaban grabando. A los usuarios incluso se les empezó a llamar “glassholes”, un apodo que explica por sí solo el nivel de rechazo.

Aunque sobrevivieron unos años en entornos industriales (fábricas, hospitales, bodegas), en el mercado masivo nunca lograron despegar. La lección: no basta con ser futurista, también hay que ser útil… y caer bien.

Amazon Fire Phone: mucho humo y poco fuego

Amazon lo intentó en 2014. Su Fire Phone quería ser el celular que uniera todo el ecosistema de compras y entretenimiento de la compañía. Pantalla 3D, reconocimiento de objetos con Firefly, integración con Prime… todo pintaba ambicioso.

Pero el teléfono salió caro, limitado y sin acceso directo a aplicaciones clave como YouTube o Google Maps. Era como comprar un Ferrari y descubrir que solo se podía conducir en el parqueadero de la casa. La gente lo ignoró olímpicamente, y Amazon tuvo que comerse pérdidas por más de USD 170 millones.

En apenas 13 meses, el Fire Phone pasó de “la próxima gran cosa” a “la próxima gran broma”.

Microsoft Kin: el smartphone que nunca fue

Los de Redmond también tienen su joya en esta lista: el Microsoft Kin, lanzado en 2010. El concepto era sencillo: un teléfono social, pensado para adolescentes que vivían pegados a Facebook y Twitter.

¿El problema? Era un “feature phone” o teléfono básico, con precio de smartphone. No tenía tienda de aplicaciones, no corría juegos, ni siquiera tenía calendario. Pero exigía planes de datos carísimos. En pocas palabras, era un celular caro que no hacía nada divertido.

La respuesta del mercado fue demoledora: menos de 10.000 unidades vendidas y discontinuado en apenas 48 días. Sí, ni siquiera alcanzó a cumplir dos meses en el mercado.

Itanium (Intel IA-64): el Titanic de los procesadores

A finales de los 90, Intel y HP soñaban con la próxima revolución de los servidores. El procesador Itanium prometía ser la nueva era de la computación de 64 bits. Usaba una arquitectura distinta (VLIW) que, sobre el papel, iba a dejar obsoletos a los x86.

La oportunidad era enorme, pero el resultado fue un desastre. Los compiladores no lograban exprimir la arquitectura, el rendimiento real era peor de lo esperado y, para rematar, consumía demasiada energía. Mientras tanto, AMD lanzó su propio x86-64, que era compatible con todo lo anterior y mucho más fácil de adoptar.

El Itanium sobrevivió como un fantasma en ciertos servidores hasta 2021, pero ya era demasiado tarde. Fue el Titanic de los chips: grande, caro y hundido por su propia ambición.

 

Apple AirPower: el cargador fantasma

Apple rara vez falla en público, pero cuando lo hace… hace historia. En 2017 anunció el AirPower, una base de carga inalámbrica que iba a permitir cargar un iPhone, un Apple Watch y los AirPods al mismo tiempo, sin importar dónde se colocaran en la superficie.

Era un sueño de comodidad. Pero la ingeniería dijo otra cosa: más de 20 bobinas de carga producían sobrecalentamiento, interferencias y problemas de seguridad. Después de dos años de silencio y rumores, Apple tuvo que admitirlo en 2019: el AirPower estaba cancelado porque “no cumplía con los estándares de calidad de la empresa”.

En la práctica, nunca existió más allá de las presentaciones y las promesas. Un “vaporware” con manzana.

¿Qué podemos aprender de todo esto?

Más allá de las risas, estos fracasos enseñan lecciones importantes:
– No todo lo que brilla es oro: Google Glass y AirPower tenían ideas futuristas, pero no lograron convertirlas en soluciones prácticas.
– Conocer al usuario lo es todo: Amazon y Microsoft se lanzaron con productos que no respondían a lo que la gente realmente necesitaba.
– La ejecución vale más que la visión: Itanium tenía una gran idea detrás, pero los problemas técnicos lo hundieron.
– El hype sin sustancia es peligroso: anunciar demasiado pronto puede ser peor que no anunciar nada.

La innovación tecnológica es un camino lleno de riesgos. Por cada iPhone o Galaxy que conquista el mercado, hay decenas de proyectos que terminan siendo carcajadas en retrospectiva. Y lo más curioso: incluso los gigantes —Google, Amazon, Microsoft, Intel o Apple— se estrellan de vez en cuando.

Al final, los fracasos son parte de la evolución. Nos recuerdan que, en el mundo tech, prometer la luna es fácil… pero aterrizar sin hacer el ridículo es otra historia.

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