Parece increíble que ya hayan pasado 3 años desde que un grupo de desconocidos para la mayoría de la gente lanzara al mercado “una página web” que respondía de forma tan natural que incluso personas con un altísimo entendimiento de la tecnología, como Bill Gates, se sorprendieran por su funcionamiento.
Y a la vez parece increíble que tan solo hayan pasado 3 años desde que ChatGPT llegara al mercado, con sus limitaciones de conocimiento, su pantalla sencilla de puro texto, sin contexto ni memoria de lo que se había hablado y con constantes alucinaciones. Y, sin embargo, la forma en la que respondía era tan natural que rápidamente se convirtió en el poster child del boom de la inteligencia artificial y la razón por la que esta cruzó al mainstream.
Mientras Google intentaba responder, Microsoft se vanagloriaba de su partnership con Sam Altman y su equipo y Apple parecía sin entender lo que se avecinaba, en menos de 2 meses ChatGPT logró cruzar la barrera de los 100 millones de usuarios y despertó la curiosidad de personas de todo tipo para quienes la Inteligencia Artificial había aparecido “de la nada”.
Una “nada” que tomó más de 65 años desde que un grupo de investigadores planteara su funcionamiento en el Dartmouth Summer Program en 1956.
Más de 65 años de avances revolucionarios, unos más que otros, unos con más aplicabilidad comercial que otros, que poco a poco se fueron mezclando y creando las bases y condiciones necesarias para que se materializara ese futuro que, en 1964, Arthur C. Clark le explicara a los ingleses en un programa de la BBC.
Y así han pasado 3 de los años más movidos en el mundo tecnológico. 3 años llenos de nuevos términos -como multimodal, agente y ventana de contexto-, de lanzamiento incesables, de avances que parecerían demostrar que la Ley de Moore está más viva que nunca.
Hoy por hoy todas las miradas están puestas en el AGI, la inteligencia artificial general, la promesa de una tecnología que sobrepase las capacidades del razonamiento humano, no en una tarea especifica sino a nivel general. Una nueva forma de inteligencia, que deje atrás lo biológico y que de paso a una nueva forma de vida basada en el silicio, en los datos y que pueda evolucionar de una forma exponencial.
Una nueva forma de “vida” que puede solucionar todos nuestros problemas o puede convertirse en mayor de ellos.
Hoy por hoy ChatGPTear es casi tan común como Googlear y aunque la novedad ha pasado, cada tanto vemos una nueva aplicación de la Inteligencia Artificial Generativa o un avance en su entendimiento y funcionamiento de tal magnitud que nos recuerda que esto apenas comienza.
