Muchos afirman que desde el punto de vista ecológico, económico y hasta práctico, el papel tiene sus días contados! Pero la realidad en países como Colombia y algunos de Latinoamérica, es otra bien diferente, ya que entes como los bancos, notarias y otros grandes prestadores de servicios aún siguen pidiendo la bendita copia física de los contratos con su correspondiente firma en tinta para darle la validez legal a los documentos.
TECHcetera se ha puesto la camiseta y hasta se han publicado notas sobre la mejor forma para montarse en la onda del “Paperless” (Sin papel) pero, la verdad, a ciencia cierta, es difícil saber que tan rápido vamos a llegar a procesos procesos en los cuales todos los documentos se puedan manejar sin necesidad de usar papel. Por los mismo, es claro que el negocio de las impresoras tiene que redefinirse e ir acostumbrando a los usuarios al cambio de una manera no tan abrupta.
Lo cual lleva a recapacitar un poco sobre la manera en la cual cambian las cosas en este mercado:
- Primero las impresoras eran unos míticos aparatos supremamente complejos y ruidosos que hasta inspiraban chistes como: “Mujer que no moleste es hombre. Si molesta mucho es impresora de puntos”. Dejando un poco la analogía atrás, para ese momento de la historia eran realmente complejas, ruidosas, frágiles (colapsaban con frecuencia y se necesitaba de un experto que comprendiera realmente lo que estaba haciendo para destrabar el papel), lentas y tomaban mucho tiempo para ejecutar labores simples como imprimir una imagen sencilla.
- Posteriormente los fabricantes se rompían la cabeza (literalmente) para hacer que los periféricos tuvieran la capacidad de imprimir más rápido sin importar el ruido o los recursos consumidos (la velocidad era todo).
- Más adelante, cuando la velocidad se encontraba generalizada en la oferta de muchos fabricantes, se introdujeron conceptos nuevos como: la impresión a gran formato (los llamados plotters) y la reducción de ruido que permitía generar textos e imágenes que literalmente no lastimaban el oído del impresor.
- Después de mucho ir y venir (saltándome un gran pedazo de la historia de la impresión como la vivimos en Colombia), se ha llegado a un punto en el cual ahorrar recursos, cuidar el planeta y entrar en la onda de lo digital es lo más importante (hasta se ha convertido en moda), una tendencia que incluso los estados están apoyando y normalizando a través de leyes y decretos. Por eso, es curioso pensar en el tipo de oferta que podría llegar a realizar un fabricante de hardware en la actualidad.
Entre los muchos fabricantes que se encuentran jugando a “adivinar el futuro” para presentarlo “en el ahora”, se encuentra HP que, está tratando de ofrecer valor agregado a los usuarios (algunos puntos de la oferta son más valiosos y novedosos que otros) a nivel de:
- Interfaz de usuario con nuevos colores,
- Capacidad para imprimir con una sola tinta sin perder la calidad,
- Facilidad a de manipulación en caso que el papel llegué a atascarse,
- Interacción con dispositivos móviles por medios de aplicaciones para imprimir y escanear sin necesidad de conectarse por cable,
- Calidad en la tinta negra (que es la más usada en los documentos) para que el usuario no tenga que preocuparse por accidentes como derramar gotas de agua en un trabajo o escrito,
- Menos complicaciones en el momento de imprimir con un sólo cartucho.
Ahora bien, no es claro si lo anterior es suficiente para que los “Millennials” (personas nacidas entre 1981 y 1995, cuya edad aproximada está 20 y 35 años que se hicieron adultos con el cambio de milenio), que son los grandes consumidores del presente, se sientan motivados a imprimir? Para saberlo hay que darle tiempo al tiempo.
Qué viene en la caja?
Para los amantes de destapar la caja, aquí está el proceso y la muestra de sus contenidos