Uno pensaría que hacer un review del nuevo iPad Pro M5 es fácil:
Título: Es la mejor “tableta” del mercado (de lejos).
Highlights:
- Las mejoras de iPadOS 26, especialmente en lo relacionado con Multi-Tarea, son increíbles y elevan la experiencia del iPad a un nivel jamás experimentado por los usuarios de la plataforma. No, no es MacOS pero si usted mira con la mente abierta encontrará la magia con este iPadOS revampeado.
- La llegada del Chip M5, con sus aceleradores neuronales para cada GPU ofrece una experiencia incomparable en término de renderización de imágenes (tanto para juegos como para edición) y abre nuevas formas de utilizar funcionalidades de Inteligencia Artificial en aplicaciones nativas y de terceros que, corriendo de forma local, cambian los flujos de trabajo de quienes usan el iPad Pro.
- Y la CPU del iPad Pro M5 le patea el trasero (perdonen mi francés) no sólo a cualquier tableta del mercado sino a buena parte de los laptops que se venden por estas fechas.
Ya. Ahí estuvo su review. Imprímase / publíquese. Bye (mic drop)
Pero es un poco más complejo
Sin embargo, me he demorado en publicar este review porque no creo que uno se deba quedar en “es la mejor”. A lo largo de estos más de 15 años de escribir en TECHcetera he aprendido (en buena parte gracias a Felipe) que uno debe enfocarse en los casos de uso y en cómo los usuarios pueden aprovechar la tecnología basado en su realidad y no en la de pundits, expertos o usuarios avanzados que evalúan los dispositivos pensando en sí mismos.
Y ahí es donde el review del iPad Pro M5 se ma ha hecho super complejo porque, honestamente, no conozco más de 3 personas que creo le pueden sacar el jugo al maquinonón que hay dentro de la delgada carcaza del iPad Pro.
Si usted está buscando una “tablet”, de esas para consumir contenido (navegar, leer libros, enviar y responder mensajes y correos y ver series y películas) como lo mostró Steve Jobs hace 15 años cuando presentó el iPad, no le sugeriría el iPad Pro; le sugeriría el iPad (a secas) o incluso el iPad mini.
Si usted quiere algo más completo, en el que además pueda trabajar, mi recomendación sería o un MacBook Air o un iPad Air + Magic Keyboard + Apple Pencil Pro (de 13″, aunque entiendo que el de 11″ sea atractivo por la potabilidad).
Entonces, ¿por qué (y a quién) recomendar el iPad Pro m5?
Lo primero es ver qué no puede hacer con el iPad Air para justificar un iPad Pro M5: Medir! Medir cosas, mapear espacios y renderizar ambientes volumétricos en 3D directamente desde la cámara. Piense en Arquitectos, Ingenieros y trabajadores en ambientes de logística y bodegaje en donde ese “computador” realmente portátil puede ir más allá gracias al sensor LiDAR, que no sólo le permite correr aplicaciones de realidad aumentada sino que ahora puede pegar a un LLM nativo de iPadOS para hacer cosas como “mira esta imagen y dime cuántos [x] vez en ella”. Es de locos pensar que eso se puede hacer en una “tablet”.
Lo segundo es establecer qué puede hacer mejor con el iPad Pro M5 que con otros iPads (y, sí, solo hablo de iPads porque 98% de las tabletas de otras marcas no sirven sino para ver Netflix, y eso).
Labores que incorporan la grabación / edición de imágenes, videos, podcasts o audios on the go, sin requerir de computadores carísimos y super dotados de CPU, GPU y Memoria RAM. Labores que se simplifican gracias a aplicaciones como DaVinci Resolve o Procreate que están disponibles de forma completa en iPadOS.
O como Final Cut que permite usar el iPad como un centro de control para sincronización de grabaciones de tomas en diferentes ángulos usando otros iPhone y iPad, pudiendo escoger qué cámara se usa para cada toma, qué sonido le asigno a todo el proyecto y facilitando la post-producción con controles intuitivos pensados para un dispositivo híbrído como lo es el iPad, potenciado con las virtudes del Chip más rápido del planeta.
O tener una calculadora en la que puede escribir a mano ecuaciones diferenciales y que ella las entienda y las soluciones. Ah! Y hablando de escribir, puede aprovechar el reconocimiento de escritura de aplicaciones como Goodnotes o la de Notas para facilitar la toma de notas.
O puede correr funcionalidades de Inteligencia Artificial de manera local (sin necesidad de internet) de aplicaciones nativas y de terceros disponibles que cambian los flujos actuales de trabajo simplificando y potenciando las labores de cada usuario, como con Draw Things AI o ZBrush.
Incluso puede usar la aplicación de Shortcuts para ejecutar acciones de IA generativa directamente desde un modelo nativo, embebido en iPadOS 26, con el cual puede hacer cosas como clasificar imágenes que tiene en una carpeta según el tipo de imágenes, o extraer información de fotos y PDFs para ejecutar acciones encadenadas una tras otra, sin necesidad de pagar por Gemini o ChatGPT.
Y, como dije anteriormente, puede gozar de un nuevo modelo de administración de ventanas que ofrece más libertad, aumenta la productividad y expande las posibilidades de usar el iPad Pro.
El iPad Pro M5 representa la máxima evolución de un dispositivo que cumplió 15 años y que poco a poco rivaliza con el MacBook, con algunas limitaciones (impuestas por la compañía por medio del software) pero con algunas ventajas, especialmente en términos de flexibilidad, que lo hacen un dispositivo intrigante.








