Desde el momento en que quitas las cintas de la caja de JBL y levantas la tapa, sabes que esto es algo distinto. Esa barra elegante y moderna, con sus laterales magnéticos desmontables, ya anuncia: “que es diferente y vamos a jugar en otra liga”!
Una vez instaladas la barra, el subwoofer y los altavoces traseros desmontables, el sistema uno se da cuenta que es grande y voluminoso así que, es de esperarse una gran calidad de sonido!
El momento del desempacado y las conexiones
Todo está pensado para que la emoción comience antes de que presiones “play”. Dentro de la caja:
- La barra de sonido principal, imponente.
- El control remoto sencillo pero contundente (no es necesaria una app para controlar las funciones).
- Conexiones de verdad: tres entradas HDMI (una con eARC), Ethernet para conectividad robusta, USB para contenido externo.
- Y esos altavoces laterales que se separan: solo se enchufan, se colocan donde quiera… y listo!
La instalación literalmente no exige un doctorado. Pero en cuanto los altavoces inalámbricos toman su lugar y el subwoofer retumba… y suena bastante.
Funcionalidades clave que importan
Tiene modos de entrada TV / Bluetooth / HDMI desde el control remoto. Pero lo que de verdad hace la diferencia es lo que ocurre cuando se sube el volumen y voces, explosiones, música y efectos comienzan a pelear por dominar la escena con una potencia total que, según la ficha técnica, es de 960 vatios.
Subwoofer inalámbrico de 10″ (aunque requiere el cable de alimentación de corriente), tecnología PureVoice para que los diálogos no se pierdan entre el rugido. Y sí, los altavoces traseros inalámbricos, compatibles con Dolby Atmos y DTS:X, con tecnología MultiBeam para que el sonido “venga de todas partes”.
Inclusive es posible calibrar los bajos, medios y altos… decidir si los altavoces traseros se activan o no… elegir entre envolvente intenso o sonido más “concentrado” cuando solo ves noticias a media noche. Lo cual, genera versatilidad.
Experiencia de uso: cuando la sala se convierte en escenario
Se pone una película. Los créditos arrancan. Esas explosiones no suenan “fuera”. Suenan “al lado”, “inmersas”. La música envuelve. Las voces… se escuchan bien, a pesar del ambiente envolvente.
Ahora: ¿hay algo por mejorar? Sí. Algunos usuarios han reportado que en ciertos diálogos, la claridad no está al nivel de sistemas ultra‑premium de gama aún más alta. Pero para una barra que no exige receptor gigante y complejo, la experiencia está bien.
Otro tema a tener en consideración es que se trata de una barra grande que exige espacio. Si la sala es diminuta, la instalación puede quedar comprimida. Pero si se tiene algo de espacio, ganas y aproximadamente 4 millones de pesos, la Bar 1000 está a la altura.
Precio, espacio… y expectativas
El rango de precios en Colombia se sitúa entre COP 3.900.000 y COP 4.000.000, dependiendo de la tienda, ofertas y momento. Sí, es una inversión considerable. Pero lo que se está comprando no es solo un altavoz: es un sistema de sonido envolvente real, con subwoofer y altavoces traseros. Eso es atractivo en ciertos contextos y casos de uso.
Y el espacio… no hay que ignorarlo. Se debe tener sitio para la barra, el subwoofer y al menos uno o dos metros detrás de tu asiento para que los traseros desplieguen su magia.
Es para todo el mundo?
La JBL Bar 1000 no es para todo el mundo, el presupuesto y el espacio suelen ser una gran restricción pero, para los que valoran el audio de gran impacto y están dispuesto a invertir… vale la pena tener esta barra dentro de las opciones!
