En un mercado donde los audífonos inalámbricos parecen haber alcanzado su techo, es difícil diferenciarse. Es por eso que la tecnología sola ya no es suficiente y en los Galaxy Buds 3 Pro, no sólo vemos una evolución en prestaciones; sino en diseño, ¿ funcionan bien tantos cambios?
A primera vista, los Buds3 Pro no se ven como la línea Galaxy, pero ese rompimiento en el lenguaje de diseño tiene sentido si vemos sus prestaciones técnicas, veamos. Estos audífonos integran un sistema de doble altavoz, un driver dinámico de 10,5 mm para graves y medios, y un tweeter plano de 6,1 mm para agudos, que consigue una escena sonora más amplia y equilibrada que en generaciones anteriores. Cada frecuencia encuentra su lugar, desde los bajos con golpe, hasta los detalles más sutiles de una voz o una guitarra.

En cuanto a conectividad, los Buds3 Pro vienen con Bluetooth 5.4, soporte para códecs AAC, SBC y el Seamless Codec propio de Samsung, que permite audio de 24 bits cuando se usan con un Galaxy compatible. En otras palabras, el sonido viaja con más información, menos compresión y una claridad que se nota incluso en canciones de plataformas como Qobuz o Apple Music Hi-Res. A eso se suma una cancelación activa de ruido (ANC) mejorada, acompañada de un modo ambiente que se ajusta automáticamente al entorno, una función que ahora depende, en buena parte, de la inteligencia artificial que Samsung está integrando en todo su ecosistema.
El salto más interesante de estos Buds no está solo en lo que reproducen, sino en lo que interpretan. Samsung ha bautizado esta nueva generación de funciones como parte de su “Galaxy AI”, una serie de herramientas que buscan hacer que el dispositivo se anticipe al usuario.

Por ejemplo, el sistema Adaptive EQ ajusta automáticamente el perfil de sonido según cómo estén colocados los auriculares. Si el sellado del oído no es perfecto o hay fugas de aire, los Buds 3 Pro lo detectan y corrigen la curva de frecuencias en tiempo real. Lo mismo ocurre con la cancelación de ruido: los sensores internos analizan el ambiente y deciden cuánta atenuación aplicar o cuándo activar el modo ambiente, como cuando el usuario cruza una calle o escucha una sirena.
Otra función destacada es la detección de voz, que reduce el volumen y desactiva temporalmente la cancelación de ruido cuando el usuario habla. Es un gesto pequeño, pero tremendamente útil en el día a día: no hay que pausar la música ni quitarse los auriculares para responder algo rápido en una tienda o saludar a alguien en la oficina.

Y en el terreno más futurista, los Buds 3 Pro se integran con el intérprete en tiempo real del ecosistema Galaxy AI. Emparejados con un Galaxy S24 o superior, pueden traducir en simultáneo conversaciones en distintos idiomas, una muestra clara de cómo Samsung está convirtiendo la inteligencia artificial en un asistente práctico, más allá de la cámara o el teclado.
En materia de diseño, los Buds 3 Pro logran un equilibrio entre comodidad y estética. Son livianos, unos 5,4 gramos cada uno, resistentes al agua y al polvo con certificación IP57, vienen en un estuche compacto que ofrece carga inalámbrica y hasta 26 horas de autonomía combinada (aproximadamente 6 horas por carga con ANC activado). En uso diario, esa autonomía es más que suficiente para un día de trabajo o un viaje largo.
El estuche, además, tiene un aspecto más elegante, con bordes suaves y un acabado metálico que los hace sentir premium sin ser pretenciosos. Todo, desde el emparejamiento hasta el control táctil, funciona con fluidez, especialmente si se está dentro del ecosistema Samsung, donde el cambio automático entre dispositivos es casi imperceptible.
Inteligencia sí, pero al servicio del sonido
Hay algo interesante en la manera en que Samsung plantea la inteligencia de estos auriculares: no busca impresionar con comandos de voz o respuestas tipo asistente digital, sino usar la IA para mejorar la experiencia auditiva sin que el usuario tenga que pensar en ello. En otras palabras, el mejor tipo de inteligencia artificial es la que no se nota.

Así,los Buds 3 Pro no pretende competir en extravagancia, sino en refinamiento. Cada detalle, desde la claridad de los agudos hasta la gestión automática del ruido, está pensado para que la experiencia de escuchar sea más natural, más adaptada a cada momento.
Sí, tienen inteligencia artificial. Sí, se integran con el ecosistema Galaxy de forma impecable. Pero lo que realmente marca la diferencia es que, más allá de toda la inteligencia y los algoritmos, suenan increíblemente bien. Y al final, eso sigue siendo lo que más importa.

Hablemos en Twitter.
Andrés Felipe Sánchez





