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La sextorsión sigue creciendo

La sextorsión continúa en aumento y esto es lo que debe conocer…

Para nadie es un secreto que los padres suelen preparar a sus hijos para enfrentarse a una variedad de riesgos y peligros en la vida. Ahora, los expertos en seguridad en línea aseveran que los cuidadores tienen que añadir urgentemente otra amenaza a esa lista; “la sextorsión”. Es de resaltar que, el problema no es nuevo. Los actores malignos llevan un largo tiempo presionando a los adolescentes para que les envíen imágenes sexualmente explícitas y luego los chantajean con ellas. Pero los expertos en seguridad en línea han afirmado que las tácticas y herramientas en evolución, como el software deepfake, han facilitado la persecución sin piedad de los adolescentes por sextorsión.

Diversas víctimas se han suicidado después de ser objeto de extorsión financiera por parte de perpetradores pertenecientes a grupos delictivos organizados originarios de Nigeria o Costa de Marfil. Las víctimas, que creían estar hablando con otro adolescente, eran presionadas sin descanso para que pagaran dinero al estafador o, de lo contrario, harían pública la fotografía explícita.

Melissa Stroebel, quien es vicepresidenta de investigación y análisis de Thorn, la cual es una organización sin fines de lucro que crea tecnología para defender a los niños del abuso sexual, exhorta a los padres a hablar con franqueza y con frecuencia con sus hijos sobre cómo mantenerse a salvo tan pronto como se conecten a Internet. Cabe aclarar que, esto debería incluir hablar sobre la sextorsión de maneras apropiadas para la edad.

La sextorsión continúa en aumento y esto es lo que debe conocer…

Lastimosamente, Stroebel y otros expertos en seguridad en línea han afirmado que los padres no pueden confiar solamente en las plataformas para mantener a sus hijos a salvo de la sextorsión. De hecho, no existen estrategias garantizadas para poder evitar convertirse en blanco de la sextorsión.

Incluso, si un adolescente se encuentra con un depredador o estafador pero se niega a enviar una imagen explícita de sí mismo, el agresor tiene la capacidad de poder robar una foto de su cuenta de redes sociales y crear una deepfake explícita de la víctima, para posteriormente amenazar con enviarla a todos sus conocidos. Pero Stroebel señala que hay formas de disminuir el riesgo de sextorsión y defenderse si sucede.

“Es difícil iniciar estas conversaciones… resultan un poco incómodas por muchos motivos diferentes”, afirma Stroebel. 

Así mismo añade, “La realidad es que tenemos que tener esas conversaciones mucho antes de que llegue el momento”. 

Según Stroebel, las conversaciones tienen que estar libres de juicios y centrarse en las señales de alerta en vez de en expectativas poco realistas sobre el comportamiento en línea de un niño. Además, deben ayudar al joven a saber cómo responder si lo extorsionan y a sentirse seguro de que puede contárselo a sus padres o a otro adulto de confianza.

¿Cómo hablar con los niños sobre la sextorsión?

Es crucial tener presente que, no es fácil para los padres imaginar que su hijo se tome una foto explícita y luego se la entregue a un desconocido en Internet. Pero Stroebel quiere que los padres comprendan que, aunque es importante hablar honestamente sobre los riesgos de compartir desnudos, muchos preadolescentes y adolescentes lo hacen, incluso si se les ha advertido al respecto más de una vez.

Según la investigación de Thorn, los jóvenes que se encuentran en Internet tampoco son tan escépticos con los usuarios desconocidos, en particular si pueden percibir que una cuenta está vinculada a un amigo o compañero. En su opinión, un supuesto desconocido podría convertirse rápidamente en un amigo si comparten los mismos intereses y contactos en línea. En otras palabras, darles un sermón sobre el “peligro de los desconocidos” puede parecerles poco pertinente o inclusive, irrelevante.

Stroebel ha indicado que los actores maliciosos y los depredadores pueden usar cuentas falsas en las que aparece un usuario adolescente para ganarse la confianza de la víctima. Se aprovechan de la franqueza y la curiosidad de los jóvenes mediante comentarios coquetos y mensajes directos. No pasa mucho tiempo hasta que el actor malicioso envía su propia foto o video supuestamente explícito y solicita uno a cambio, o simplemente lo solicita.

Vale la pena destacar que, los padres no deberían usar la vergüenza para disuadir a sus hijos de participar en conversaciones en línea o compartir imágenes. En cambio, deberían dejar de juzgarlos y explicarles los riesgos de confiar en cualquier persona en línea.

Stroebel ha añadido que las discusiones en curso sobre la sextorsión deberían permitir que los niños sepan que “incluso si hicieron algo que tal vez les dijimos que no hicieran, se sienten seguros de que su mejor opción es acudir a nosotros, en lugar de tratar de manejar estos eventos por su cuenta”. 

¿Cómo responder a la sextorsión?

Los padres tienen que ayudar a sus hijos a desarrollar un plan para anticipar y responder a un intento de sextorsión, según señala Stroebel.

En primer lugar, si han estado hablando con un contacto en línea que nunca han conocido en persona, no deberían confiar en que sea un “amigo de un amigo” auténtico solo porque parezca que están conectados en línea. En vez de eso, deberían hablar con la persona que conocen en la vida real para obtener más información sobre cómo está conectado el nuevo contacto y cuánto tiempo hace que su amigo los conoce. Si el contacto de confianza en realidad no ha conocido a la persona, es muy posible que la cuenta sea fraudulenta o que tenga intenciones maliciosas.

Inclusive, si hay algo importante que señalar es que, Stroebel señala que pedir hablar directamente con la persona, por teléfono o por videollamada, tampoco es una forma segura de comprobar su identidad. Comenta que los actores maliciosos usan cada vez más una variedad de herramientas técnicas para ocultar su verdadera identidad.

Jared Barnhart, quien es responsable del equipo de experiencia del cliente de la empresa de investigación digital Cellebrite, ha recomendado a los usuarios jóvenes adoptar una actitud de “confianza cero” ante encuentros que les resulten extraños o que hagan que un joven se sienta incómodo. No interactúen más con la persona en esas circunstancias.

Los padres tienen que ayudar a sus hijos a comprender que, si los extorsionan, el agresor puede tener un guión diseñado para aterrorizarlos. Esto puede incluir amenazas de hacer que las imágenes se vuelvan virales, aparezcan en las noticias y simplemente arruinen la vida del niño.

Estas interacciones se encuentran diseñadas para generar alta presión, sin proporcionar nunca al niño un momento para detenerse, para pedir ayuda o pensar en soluciones alternativas, señala Stroebel.

Por tales motivos, añade, requieren una lista de estrategias de salida con antelación. Además de avisarle a un adulto de confianza inmediatamente si ocurre algo así, esto puede incluir denunciar la sextorsión a la plataforma en la que está ocurriendo; bloquear y/o denunciar a la persona; y así mismo, ponerse en contacto con una línea directa como 1-800-THELOST para obtener ayuda con la sextorsión.

Es vital tener presente que, por mucho que un adolescente quiera borrar la conversación y las imágenes, Barnhart ha comentado que es importante conservar todo para una investigación policial. Los archivos digitales pueden contener información que logre identificar al agresor o detalles sobre él.

Barnhart ha recomendado denunciar los casos de sextorsión a través de la línea CyberTipline del NCMEC y a las autoridades locales. Aunque la respuesta de las autoridades depende de sus recursos y capacitación, Barnhart señala que algunas agencias locales están preparadas para investigar los casos de sextorsión.

Aunque algunos padres pueden percibir la amenaza de sextorsión como mínima en comparación con riesgos cotidianos como subirse a un automóvil, aun así deben preparar a sus hijos para esa posibilidad.

“Los delincuentes pueden pasarse toda la jornada laboral buscando a tu hijo en Internet”, asevera Barnhart. 

Así mismo agrega, “Solo hace falta que elijan a tu hijo… y ahora tu hijo es la víctima. No hay una forma sencilla de evitarlo”. 

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