Gracias a la Disrupción Digital todo se ha simplificado (y desmaterializado, desagregado y desintermediado).
Si alguna vez vio los primeros servidores y grandes computadores recordará que para programarlos se necesitaba un conocimiento exhaustivo, mucha paciencia y algo de suerte. Lo digo porque luego de ponchar las tarjetas que indicaban el procedimiento a seguir tocaba introducirlas en las ranuras de los computadores y esperar a ver si funcionaban. Solo los ingenieros entrenados podían utilizarlos.
Con la llegada de interfaces como DOS la interfaz de usuario mejoró y el proceso se volvió algo más sencillo, ampliando la cantidad de usuarios que podían operar un computador. Pero no fue sino hasta la llegada del GUI (Graphic User Interface), esa con la que llegó el mouse y el click y todo se volvió gráfico y amigable a la vista, que los computadores se volvieron “simples” y accequibles (no en plata sino en funcionamiento) para la mayoria de las personas.
Hoy por hoy, con interfaces como el Touch y los asistentes de voz es super sencillo realizar tareas que antes eran complejas de una manera simple y sencilla. Si no me cree vea este video de un usuario de Tesla que ha integrado su carro con su casa vía un Amazon Echo y le dice a Alexa que saque el carro del garaje mientras se sirve el café para salir a la oficina. O mejor aún mire como cualquier niño pequeño entiende, sin neceisdad de mayores explicaciones, como funciona un smartphone o una tableta y cómo luego de tratar de hacer lo mismo, por ejemplo en un televisor, cree que este se ha dañado.
Gracias a la Disrupción Digital procesos que antes nos tomaban tiempo y esfuerzo hoy pueden hacerse con actividades tan simples como poner la huella sobre un lector en su smartphone, presionando un botón y hasta tomando una foto.
Tome el cobro de un cheque, por ejemplo. Para aquellos que aún los usan el cambio es radical. Antes usted debía llenar un poco de datos en el respaldo del cheque, ir a una sucursal de su entidad bancaria, hacer fila, llenar un formulario y consignarlo. Hoy la mayoría de las entidades financieras reciben la consignación de un cheque con solo tomarle una foto desde la aplicación del banco. Un proceso sencillo y simple.
O piense en lo difícil que era tomar un taxi o comprar almuerzo. Hoy, abre la aplicación y lo hace en menos de 2 pasos. ¿Necesita averiguar sobre un tema específico? Googlélelo!!
Aprender a programar es otro ejemplo fácil de entender. Lo que antes requería de un semestre de educación superior hoy puede hacerse de manera gráfica, intuitiva y didáctica, gracias a aplicaciones como Swift Playgrounds.
Es más, piense en cualquier actividad que hoy hace y mire como se hacía hace 15 años. En el 99 % de los casos el proceso es mucho más simple y sencillo que nunca. Desde tomarse una foto hasta hacerse una colonoscopia (que ahora se hace con una cámara que usted se traga, como una pastilla).
La simplificación de productos y servicios, la simplificacion de procesos y actividades es el cuarto efecto de la Disrupción Digital, una disrupcion que no se detiene y que tiene efectos sobre todo lo que hacemos.
Ahora piense en su empresa. En su negocio. En su industria. ¿Qué cosas no se han simplificado? ¿Qué procesos siguen siendo tediosos, eternos y complejos? Para sus clientes, para sus proveedores y para sus empleados. Si quiere empezar a hablar de Transformación Digital, comience por esos.
