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EdTec: Percepciones de profesores y estudiantes universitarios

Profesores no se sienten amenazados por el uso de la tecnología en la universidad. A los estudiantes, en cambio, les aburre el power point. Ah es que son dos cosas distintas.

Me preguntaba hace unos días conversando con profesores universitarios y algunos de mis compañeros de clase, si la tecnología habría llegado a las aulas de la universidad. Los profesores universitarios, casi siempre dan clase porque les toca y casi nunca tienen una preparación en temas pedagógicos o en la efectividad que tienen sus clases, sus presentaciones habladas o en “power point”.

Me puse en la tarea de buscar información y datos sobre la opinión de los profesores y los estudiantes universitarios y el uso de la tecnología. Me encontré dos estudios con conclusiones interesantes pero no sorpresivas.

Un portal sobre educación superior actualizó su encuesta sobre la percepción del uso de la tecnología en la educación terciaria. Estos son algunos de los resultados que me parecieron relevantes.

  • Las ganancias de aprendizaje son bajas pero las inversiones son necesarias. Esa parece ser la conclusión de una encuesta publicada recientemente donde se le pregunta a los distintos miembros del staff de las universidades americanas que piensan del uso de e learning como parte de las estrategias pedagógicas de su universidad. La mayoría considera que los estudiantes mejoran en algo sus logros académicos. Al respecto de las inversiones en e learning (infraestructura y desarrollos de cursos), también la mayoría considera que las inversiones son necesarias.
  • La educación superior tradicional no está amenazada por la educación en línea, por ahora. La misma encuesta muestra que menos del 30% de los miembros del personal universal creen que la educación en línea sea una amenaza. Ni tampoco creen que sea competencia.
  • La educación en línea no parece ofrecer la misma ofrecer la misma calidad que la educación tradicional. Más del 70% del personal universitario parece estar de acuerdo con esa proposición.

La educación superior también tiene que adaptarse a generaciones más digitales, a cambios en los comportamientos sociales y a las necesidades de un mercado laboral cada vez más competitivo.

Los estudiantes universitarios también tienen sus opiniones sobre el uso (o no uso) de la tecnología en sus clases. Cengage Learning publicó un estudio sobre el tema.

  • Las presentaciones en Power Point producen las peores experiencias de aprendizaje. En efecto 54% de los estudiantes dijo que las clases dictadas con PowerPoint. El problema no es la herramienta si no su uso como lo muestran los testimonios: lectura palabra por palabra, diapositivas ilegibles o sin contenido relevante etc.
  • Las mejores clases no tenían nada que ver con el uso de tecnología. Las mejores clases fueron las que ayudaron a los estudiantes a entender los conceptos donde se discutían casos, se practicaban ejercicios y se buscan soluciones en equipo.
  • Los estudiantes le dieron el máximo valor a las clases donde se utilizaban herramientas tecnológicas como vídeos, dispositivos electrónicos, LMS (sistemas de aprendizaje en línea) de una manera tal que se promovía la creatividad, la colaboración y la comunicación.

¿Entonces valen la pena las inversiones en tecnología para mejorar el aprendizaje? Una de las razones de ser de la universidad es impartir conocimiento. Parece que los profesores y estudiantes quieren lo mismo pero de maneras distintas. Y sí todavía en la mayoría de las clases, el rey es el discurso. El discurso que es la forma más inefectiva de enseñar usando la mal la herramienta de presentar. Y mientras tanto, los estudiantes ya no se distraen marracheando el cuaderno sino en las redes sociales y otros lugares mucho más divertidos y sobre todo interactivos.

Pero hay ganas de aprender y las herramientas favoritas de los estudiantes son las mismas hoy que hace 20 años cuando salí de la universidad. Las herramientas preferidas eran y son aquellas que ayudan a que desarrollemos la creatividad, la comunicación, la colaboración y el pensamiento crítico.

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