Ustedes son muy jóvenes pero a comienzos de siglo el mundo de la tecnología era muy diferente. Buena parte de los computadores eran beige o negros, bien aburridos, y aunque el internet ya estaba en boga la burbuja de las .com había dejado pérdidas millonarias y la economía digital parecía un fracaso. El grueso de quienes compraban computadores lo hacían yendo a una tienda como Fry’s Electronics, Circuit City, CompUSA o Radio Shack en donde usted dependía de lo que el vendedor de turno quisiera venderle.
En Cupertino, Apple Computer (sí, todavía tenía el computer en su nombre) luchaba con un market share ínfimo (2.8%) y con una estruendosa caída en ventas el año anterior. Era momento de tomar medidas. Medidas que para muchos, incluida la Junta Directiva, eran desesperadas.
Así que un día como hoy, 19 de Mayo pero del 2001, Steve Jobs tomó una apuesta que muchos tildaron de locura. Abrió su primera tienda física:
La tienda, extrañamente ubicada en en el centro comercial Tysons Corner en Virginia, tenía un único objetivo: poder llegarle directamente a los clientes, permitirle a la gente ver y probar los productos de la compañía y acercarlos a tecnologías como el Wifi o el internet que para muchos seguían siendo extraños. La idea, como lo dijo el mismo Jobs, era encontrar formas de llevar directamente el mensaje a los clientes en la tienda, sin depender de terceros.
Para hacerlo, Jobs reclutó a Ron Johnson, quien había transformado Target y la había convertido en uno de los principales retailers de EEUU. Juntos, diseñaron un concepto que parecía más una tienda como GAP que una tienda de computadores e introdujeron el ya famoso Genius Bar.
Y aunque mucho apostaron a que la iniciativa no duraría más de 2 años, el Apple Store no solo se convirtió en un ícono sino que rompió records convirtiéndose en la tienda física que más rápido generó “un billón” de dólares en la historia del retail, algo que logró en tan solo 3 años.
Hoy, la compañía tiene más de 530 tiendas en 27 países que operan 100% con energías renovables y cada una produce cerca de $5.500 anualmente por pie cuadrado, uno de los ratios más altos de la industria. Pero más allá de solo vender, los Apple Stores son sitios de encuentro, lugares a donde la gente puede ir a aprender de sus dispositivos y de sus servicios y el epicentro de la relación entre el consumidor final y la compañía. Esto, sin mencionar el efecto que el tener una tienda de Apple genera para un centro comercial o zona.