Durante décadas, la evolución de la computación ha seguido una lógica incremental: más transistores, mayor velocidad, menor tamaño. Pero esa carrera basada en la miniaturización ha empezado a enfrentar límites físicos. La resistencia eléctrica, el calor y la latencia son barreras cada vez más difíciles de superar. Después de diversas pruebas con los llamados Chiplets (una pieza modular dentro de un procesador, diseñada para realizar tareas específicas que, a diferencia de un chip monolítico tradicional, que incluye todas las funciones en una sola unidad, los chiplets separan estas funciones en diferentes módulos que trabajan juntos dentro del mismo sistema), hoy en día, aparece un nuevo actor que no busca simplemente correr más rápido, sino cambiar las reglas del juego: el chip híbrido que une electrónica, fotónica y poder cuántico.
Este tipo de tecnología podría no ser tan sólo una simple mejora de lo existente, sería todo un salto conceptual. Un paso desde los cables hacia los haces de luz, desde los circuitos hacia la integración de diferentes formas de entender y procesar la información. Y aunque suena a ciencia ficción, ya se está trabajando en prototipos funcionales que están dando forma a este cambio.

Más allá de los electrones!
La electrónica nos ha llevado lejos pero, al parecer, de cierta forma, también nos ha encadenado a ciertos límites: el calor que genera, la velocidad finita con la que los electrones viajan por los conductores, la dificultad de escalar sin sacrificar eficiencia. Frente a eso, la fotónica —que emplea luz para transmitir datos— promete una alternativa más rápida, más fría y más eficiente. Y lo más ambicioso: la computación cuántica, que introduce la posibilidad de trabajar con estados superpuestos, aportando una dimensión completamente nueva al procesamiento de información.
En teoría, al combinar estas tres tecnologías en un único chip, los beneficios potenciales podrían ser…
Según afirman algunos expertos de Boston University, UC Berkeley y Northwestern University: este modelo de procesamiento de tres tecnologías a futuro podría llegar a ser eficiente, complementario y escalable.
- La electrónica se ocuparía de la lógica y el control.
- La fotónica sería la encargada de mover los datos casi sin resistencia y a velocidad de la luz.
- La cuántica resolvería los problemas que antes eran computacionalmente intratables.
¿Qué cambia esta nueva arquitectura?
La llegada de los chips híbridos no significa que los ordenadores actuales (los que muchos tienen en casa y en la oficina) vayan a desaparecer mañana. Pero sí marca un punto de inflexión que afectará profundamente al diseño de centros de datos, dispositivos inteligentes y sistemas de inteligencia artificial. Esto demuestra que, hoy en día, existe la posibilidad de combinar óptica cuántica y electrónica estable en un chip estándar, lo que acerca los sistemas cuánticos al ámbito industrial.
