Desde hace mucho tiempo la magia es considerada un arte escénica y un espectáculo de habilidad e ingenio, que hasta hace poco consistía en producir artificialmente efectos en apariencia maravillosos e inexplicables. La magia simulada (también llamada: magia blanca o escamoteo) se remonta a la más lejana antigüedad cuando muchos hombres usaron artefactos eléctricos para recrear sus trucos bajo el nombre de la física recreativa
Recientemente con el uso de: pantallas táctiles, nuevas tecnologías y los sistemas operativos para dispositivos móviles, los magos han encontrado herramientas nuevas para dar vida a sus propias creaciones, que aunque no son tan terroríficas, si le dan un matiz diferente a los llamados “actos de magia”.
En esencia se siguen produciendo los mismos tipos de efectos que en la antigüedad:
- Producción: Hacer aparecer algo de la nada.
- Desaparición: Desvanecer algo o a uno mismo.
- Transformación: Transformar algo en otra cosa, no necesariamente el objeto, también puede ser el color, la forma, etc.
- Restauración: Restaurar algo roto o dañado.
- Tele-transportación: Transportar algo de un lugar a otro, de una forma imposible.
- Levitación: Suspender algo en el aire que simule ausencia de gravedad.
- Penetración: Atravesar un objeto sólido con otro y que se restaure de una forma imposible.
- Predicción: Dejar constancia de un suceso antes de que este tenga lugar y comprobación de la coincidencia.
Pero ahora, los magos no solo deben hacer actos sorprendentes, deben apoyarse en toda una serie de códigos de programación y hasta del maravilloso software libre (open source) para lograr la empatía del público y como siempre generar recordación, inclusive en las personas que están a miles de kilómetros de su auditorio mirando el espectáculo por internet o por la televisión tradicional.
Este es un ejemplo de dichos espectáculos en donde se puede apreciar la magia del “Open Source”: