Luego del (más reciente) escándalo de los Facebook Papers, una investigación del New York Times que destapó, entre otros, los efectos nocivos que tiene Instagram sobre los adolescentes que utilizan la plataforma (¿vio nuestro artículo al respecto?) y a las preocupaciones expresadas por padres, educadores, asociaciones de psicólogos y hasta de algunos legisladores sobre las intenciones de Facebook de desarrollar una red social para menores de 13 años, la compañía ha anunciado el día de hoy que detendrá (temporalmente) el desarrollo de la misma.
En un comunicado publicado en la página web de Instagram, Adam Mosseri, la cabeza de Instagram, hizo el anuncio.
[A propósito de Mosseri, no le fue muy bien defendiendo a la compañía antes las revelaciones del NYT llegando a comparar las redes sociales con los carros e indicando que en el uso de ambos “sale gente lesionada” 🤦🏻]
Dice Mosseri que la compañía cree que construir un Instagram para niños (<13 años) es lo correcto (no lo es!) pero que no es el momento. Dice, también, que utilizará este tiempo y los recursos que estaban dedicados a dicho proyecto a “trabajar con padres, expertos y responsables políticos para demostrar el valor y la necesidad de este producto” y a seguir incorporando herramienta de supervisión parental de tipo opt-in enfocadas en los teenagers.
De acuerdo con Instagram es mejor darle a los niños, que cada día reciben dispositivos más temprano en su vida, versiones de herramientas desarrolladas para ellos que depender de la habilidad de dicha herramienta para verificar la edad de los usuarios.
Lo que no menciona Mosseri es el impacto que estas herramientas tienen en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, ni los gravísimos problemas que la adicción al like les genera, ni cómo las redes han sido claves en la generación de una economía basada en la vigilancia y la explotación de los gustos y miedos de la gente. Y menos, habla del desconocimiento de los padres de cómo funcionan las redes sociales (al y al cabo muchos de ellos se siguen preguntado cómo es que los hackean) y su imposibilidad de acompañar, de forma adecuada, el proceso de inserción en el mundo digital de sus hijos.
Tal vez lo peor es la excusa de “los niños ya están en línea” para justificar el desarrollo de esta herramienta y la falta de mea culpa que siguen demostrando quienes semana tras semana están en las noticias por alguna razón que demuestra que el efecto neto de Facebook en la sociedad ha sido negativo.
Y parece que no ha sido suficiente para tranquilizar a los legisladores norteamericanos, varios de los cuales emitieron un comunicado diciendo que la decisón “no es suficiente” y mantienen la audiencia a la que han citado a ejecutivos de la compañía.
“La decisión de Facebook de pausar ‘Instagram Kids’ es un paso en la dirección correcta para garantizar un entorno seguro, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. El patrón de Big Tech de elegir el beneficio sobre el bienestar de los usuarios jóvenes es extremadamente preocupante y debemos hacerlos responsables”. – Richard Blumenthal y Marsha Blackburn, Congresistas Norteamericanos