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Los 3 Grados de Separación (y el riesgo de compartir su vida en línea)

Las redes sociales nos han acercado más que nunca a los demás habitantes del planeta, buenos y malos. Se ha puesto a pensar cuales de

Cuando era pequeño oí acerca de una teoría llamada “los 6 Grados de Separación” la cual indicaba que cualesquiera 2 personas en el planeta estaban a máximo 6 contactos de conocerse. Es decir, que usted conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a [inserte el nombre del cualquier persona del mundo mundial; puede ser un agricultor en la China rural o un soldado del ejército Iraní o una actriz de Bollywood; puede ser Edward Snowden o Vladimir Putin o hasta Mark Hamill].

 Desde entonces el mundo – gracias a la tecnología – se ha “encogido” y es ahora mucho más pequeño, plano y accesible para todos. El año pasado un equipo de Facebook Research se hizo a la tarea de validar cuantos grados de separación había entre todos sus miembros en la actualidad.

El resultado? La mayoría de los usuarios de FB están entre 2.9 y 4.2 grados de separación de los demás


Hoy estamos en promedio  a 3.57 grados de conexión de cualquier otra persona en el mundo

Es decir, que (en el peor de los casos) usted conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a Jimmy Fallon o a Felicity Jones o a Shigeru Miyamoto. Pero también de una persona con una trayectoria / intenciones no tan buena ni santa: ladrones, asesinos y todo tipo de delincuentes, políticos corruptos, terroristas, extremistas radicales (de cualquier raza o religión), etc. etc. 

El tema me dejó pensando y creo que el cambio puede ser resultado de cómo la gente acepta y acepta contactos en sus redes sociales sin siquiera “conocerlos” de verdad (haberlos visto una vez en la vida no necesariamente es conocer a alguien) e incluso sin validar si el perfil que está aceptando es en realidad el de su amigo/a.

Y aún así me sorprende que todavía haya gente que comparta los aspectos íntimos de la vida de manera pública o, en el mejor de los casos, con los “amigos de los amigos” en redes sociales. No me malentienda, no estoy diciendo que no comparta sus fotos, sus viajes, sus éxitos y fracasos y sus opiniones pues soy el primero en gozar de dicha actividad.

Lo que si estoy diciendo (y diciendo y diciendo) es que usted, sus padres, hijos y amigos deben tener claro qué postea, en donde y con quien.

No es lo mismo compartir la foto de sus hijos en Twitter (en donde cualquiera puede verlo) que en Facebook (siempre y cuando seleccione compartir solo con sus amigos). No es lo mismo un perfil público y uno privado de Instagram y no es lo mismo compartir las fotos de su viaje en tiempo real con todos que compartir con los amigos de mis amigos (sabe usted a quiénes tienen sus amigos en su Facebook?) o con solo con sus amigos o, incluso, con un grupo específico de personas dentro de sus contactos (por ejemplo, si es de los que tiene a su jefe dentro de sus contactos de FB).   

La administración del público de posts es super fácil:

  • Si está en Twitter todo es público (a menos que cierre su perfil, cosa que nadie hace)
  • Si está en Instagram entre a su cuenta, seleccione opciones y decida si quiere que su cuenta sea pública o privada
  • Si está en LinkedIn seleccione qué de la información de su perfil y de su actividad se comparte de manera general o sólo con sus contactos.
  • Y si está en Facebook el nivel de granuralidad es tal que cada post lo puede segmentar para una audiencia específica. Es solo escoger el público en la venta donde crea el post, así:


Así que ya sabe. Está mas cerca de lo que pensaba de ese ídolo a quien admira; pero también de todos aquellos con quienes jamás querría relacionarse.

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