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¿Qué es eso de “sextorsión” y cómo puede afectarlo?

La Sextorsión es una realidad que ha llevado a muchos hasta el suicidio!

Generalmente cuando se habla de extorsiones relacionadas con temas sexuales por Internet, el común de la gente piensa en una serie de matones de gran contextura física que trata de presionar a personas de la talla de políticos importantes, grandes empresarios y hasta artistas famosos que, constantemente, se encuentran expuestos al escrutinio del público pero, la verdad es que, la “Sextorsión” es una conducta delictuosa, que  puede afectar a cualquiera y no se necesita ni siquiera tener dinero  o ser famoso o  atractivo para verse afectado por este atroz flagelo.

 

 

La “Sextorsión” es considerada un crimen y, en los tiempos actuales han aumentado las alertas sobre su alta frecuencia y  la variedad de sus formas de manifestarse tanto, que  hasta el mismísimo FBI  ha hablado sobre los peligros de la misma, particularmente mediante las redes sociales, en donde  el “modus operandi” de los criminales consiste principalmente en apoderarse de fotos, videos y otros materiales comprometedores utilizando diferentes medios, tales como:

 

  • Ganarse la confianza de sus víctimas: los criminales se van acercado a ellas “como quien no quiere la cosa”, con “nadadito de perro” y, lentamente, van logrando que la presa confíe en ellos para inducirlos a enviarles datos y fotos muy personales (reveladoras) que, posteriormente, serán usadas para chantajearlas.
  • Por medio de Malware: generalmente el criminal busca infectar la terminal de la víctima para apoderarse de la cámara del dispositivo y así encenderla de manera desapercibida, todo con el fin de grabarla en situaciones bochornosas y obligarla a enviarle fotos comprometedoras.

 

 

Puede que muchas de las situaciones vistas en los videos con anterioridad parezcan fuera de contexto pero, la “Sextorsión” es real y puede darse de muchas formas, prácticamente en cualquier medio digital que esté en internet y tenga acceso al publico.

 

Por lo mismo, hay que proteger por igual, a los adultos y a los menores de edad que tengan exposición a las redes sociales, email, mensajes de texto, chats, páginas de juegos en línea, y otros.

 

 

Tal como lo decía anteriormente en el artículo sobre el Grooming y el Bullying no es posible evitar que los niños y adolescentes usen las nuevas herramientas digitales. Así pues, hay que trabajar más en “pro” de la educación y el control que de la prohibición, usando las opciones disponibles para tomar control de la situación.

 

Los consejos de firmas como Eset son muy válidos a nivel de:

 

  • Tapar la cámara web con un portento, calcomanía / sticker removible cuando esta no se encuentra en uso o apagar y cerrar el laptop cuando no lo vaya a usar. En el caso de los dispositivos móviles, dejarlos en un ángulo tal que no pueda grabar imágenes, videos o audios comprometedores cuando estén en desuso.
  • Supervisar el uso de computadoras en áreas comunes, donde un adulto responsable puede estar presente cuando los niños y adolescentes tengan interacción con los mismos.
  • Enseñar a los menores de edad qué tipo de material es apropiado enviar a nivel de fotografías y/o videos. En lo posible, también, contar con software de control parental.
  • Contar con seguridad fuerte en materia de contraseñas y, en lo posible, con opciones como una VPN, firewall y software de protección (antivirus y otros).
  • No abrir mensajes de emisores desconocidos.
  • Pedir ayuda a la policía y/o autoridades responsables ya que, la extorsión, no  es nada menos que un delito y, por tal condición ilícita, puede y debe ser ser judicializado. Por lo mismo, reportarlo o denunciarlo es muy importante para evitar que otros tengan que padecer los graves efectos de la una situación semejante.

 

 

Por último, hay que recordar que: en el hogar los mejores recursos de protección y bienestar siempre serán la sinceridad, el respeto mutuo, el cariño sincero y verdadero que de lugar a  la comunicación abierta para que siempre el niño, el adolescente u otro miembro del núcleo familiar, se sienta cómodo y seguro al comentarle a un adulto responsable lo que le ha pasado.

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