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Nuestros políticos y la tecnología – ¡Tontos y mas tontos!

¿No hay una solución diferente a bloquear internet cuando aparece una tecnología disruptiva?

Llevamos ya varios años en medio de la discusión acerca de como solucionar el problema de Uber. La ley Colombiana es clara en decir que el servicio es ilegal. Pero los encargados de hacerla cumplir no han encontrado una manera de asegurar que se está cumpliendo. La única solución que se les ha ocurrido es bloquear el uso de Uber desde Colombia. esta solución obviamente ni se ha podido implementar, ni va a servir para nada.

Hoy me encuentro con una entrevista que le hace el diario La República a Juan Perez Hidalgo, el presidente de Coljuegos. Coljuegos, para quienes no lo saben, es la entidad dedicada a administrar el monopolio estatal de los juegos en el estado. En la entrevista, el presidente de Coljuegos pide que se bloqueen en Colombia los sitios dude juegos de azar que no cumplan con la legislación de nuestro país. ¡Es el mismo problema de Uber!

No se si es un problema de desconocimiento por parte de nuestros gobernantes. ¿O será que yo no entiendo como funciona Internet? La idea de bloquear páginas de internet me parece una soberana estupidez. Que yo sepa, a Internet no lo han podido bloquear en ninguna parte del mundo. Ni siquiera en Corea del Norte, en donde me imagino que acceder a una página prohibida debe ser castigado con pena de muerte.

Me pregunto: ¿qué se puede hacer al respecto? ¿Cómo hacemos para hacer cumplir leyes imposibles de hacer cumplir? ¿Hay que capacitar a los gobernantes? Recuerdo que Diego Molano, ex-ministro de las TIC con quien trabajé hace un tiempo, tenía absolutamente claro que la idea de los bloqueos es una pérdida de tiempo y recursos. ¿Es que no leen acerca de como burlan los hackers todos los controles? ¿No se han dado cuenta que vamos para 2 décadas tratando de detener la piratería de medios y no ha sido posible?

Desde mi punto de vista, no queda una alternativa diferente a empezar a legislar diferente. Pienso que la forma de atacar el problema es la contraria a la que pasa por la mente de los gobernantes. En lugar de restringir, deberíamos atraer. Que estas empresas vean en Colombia un lugar atractivo para hacer negocios. ¡Ojalá lográramos que se establecieran aquí!

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