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Tiene sentido hablar de USD 1000 por un iPhone?

Los rumores apuntan a que el iPhone Pro o Edition (o como quiera que se llame) costará por encima de Mil Dólares. Hace sentido?

Tremendo revuelo se ha armado por la publicación de un post de parte de John Gruber en su blog Daring Fireball hablando sobre la posibilidad de que el nuevo iPhone (no el iPhone 7s ni el 7s Plus, sino el iPhone “Edition” o “Pro” o como sea que se llame) cueste por encima de USD 1000 (no será el primero, sin embargo)

El revuelo ha surgido porque muchos creen que más que una opinión personal el post es una filtración propia de Apple para ir preparando el terreno (Gruber es cercano a Apple y en el pasado ha tenido acceso a información privilegiada). Algo así como lo ocurrido con la eliminación del puerto de 3.5mm para audífonos en el iPhone 7, hecho que era ampliamente conocido desde meses antes de su lanzamiento oficial y que cuando se confirmó ya no “fue noticia” ni tuvo el impacto que hubiera podido tener si hubiera sido una sorpresa. 

Recuerdo cuando Apple lanzó el iPhone original, hace 10 años. Recuerdo que una de las grandes críticas de la competencia (Hola Steve Ballmer!) era precisamente su precio (USD 600 sin subsidio), el cual era elevado para lo que había en ese momento en el mercado. Pero ya todos sabemos como terminó esa historia.

El tema me ha puesto a pensar si hace sentido sobrepasar la barrera de los mil dólares en un mercado global cada vez mas saturado y en el que – según IDC – el 50% de los smartphones que se venden tienen un precio inferior a USD 200 (y 85% tienen un precio inferior a USD 500). Claro, estoy hablando de USD 1000 en Estados Unidos porque al final hoy en América Latina ya se paga ese valor por un iPhone.

Y ha salido el Economista qué hay en mí….

Por un lado está el tema de los márgenes de la compañía. A diferencia de varios de sus competidores Apple tiene un estricto control de sus márgenes (35% – 40% en el caso de hardware) al punto al que en los últimos años la compañía se ha quedado con entre el 75% y el 92% del total de utilidades operativas de todo el mercado de smartphones.

Por otro lado hay un tema aspiracional y de status asociado a la marca. En muchas regiones del planeta un iPhone (y un Apple Watch y un iPad y un MacBook) es un símbolo de status. Y aunque con el juego de mantener cada modelo en el mercado por hasta 3 años (hoy en día uste todavía consigue iPhone 6Ss directamente de Apple) el tipo de usuarios se ha venido ampliando y más gente ha podido acceder a los productos, Apple no es Lanix, ni Blu, ni Alcatel, ni compite con ellos. 

Pero además hay un tema coyuntural: la falta de capacidad instalada para producir ciertos componentes que está en una especie de juego huevo-gallina y que para bien o para mal sólo una compañía como Apple puede corregir gracias al poder de su marca y de su base instalada.

Dice Gruber que para que sea rentable y factible producir un dispositivo en la escala que Apple necesita sus componentes deben poder ser fabricados a un tasa  de a 1 Millón… POR DÍA. Piense en sensores, en lasers, en baterías, en pantallas con Touch ID embebido, etc., etc.

Para dar un salto real, del estilo que dio la compañía con el lanzamiento del iPhone original, en el que se incorpore tecnología de punta que sea realmente visionaria y que cambie por completo el panorama (y por qué no, la sociedad misma) primero tiene que poder producirse en la escala necesaria.

Y ahí es donde podría hacer sentido – para Apple – lanzar un nuevo iPhone con un price-tag de 4 dígitos.

El sobre-precio podría – por pura elasticidad – controlar la demanda por el dispositivo en principio, mientras que asegura que se mantienen los márgenes que manejan Tim Cook y Luca Maestri (el CFO) para sus inversionistas. Sin embargo, a la vez se comienza a generar suficiente demanda para que los fabricantes de los componentes tengan razón suficiente para invertir en plantas donde producirlas y así eliminar las restricciones de producción que existen en la actualidad y llevar la producción a una oferta mayor que permita que los precios bajen en el futuro cercano, cuando se puedan incorporar todos esos componente no solo en una version Pro o Editio limitada sino en los diferentes SKUs del iPhone.

Ahora bien, puede salirle el “tiro por la culata” como decimos en Colombia. Y Samsung ya lo vivió en el pasado cuando sacó la versión normal y la versión Edge de su Galaxy S6 y S7. La gente quería comprar el Edge, que no lograba producirse en la escala necesaria y por ende era caro y escaso y tenia que conformarse con el modelo tradicional. Y ante dicha disyuntiva terminó comprando terminales de otros fabricantes. 

Y ahí es donde no se si Apple quiera arriesgar el que debe ser el lanzamiento mas importante de sus últimos 9 años.

Solo esperemos que no vayamos a ver un anuncio de producto en Septiembre y un lanzamiento real en 2018

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