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¡Cambie de smartphone cada 3 o 4 años y ahorre!

Aunque afecta a los fabricantes, es viable alargar el ciclo de uso de su smartphone en al menos 1 año

Apple no está pasando por su mejor momento. Hace unos meses vimos como las ventas de iPhone cayeron por primera vez desde su lanzamiento. Los analistas hablan del paso por el “pico iPhone”, ese momento histórico en el que este dispositivo llegó a su tope máximo de ventas.

Ventas anuales de iPhone
Ventas anuales de iPhone

Hace un par de años hablábamos de un fenómeno similar con el iPad. El problema, explicaba en ese momento, es que los ciclos de reemplazo del iPad se habían alargado a casi 4 años. Creo que estamos viviendo el mismo fenómeno con iPhone.

Aunque nunca lo han declarado abiertamente, Apple espera que cambie su dispositivo cada 2 años. Sabemos que los dispositivos están diseñados para un uso de 3 años. En mi experiencia, Apple ha permitido que instalemos la última version del sistema operativo hasta 4 años después del lanzamiento de cada teléfono. Ahora tengo la impresión de que los usuarios estamos empujando nuestros dispositivos hasta mas allá del tercer año de uso. Mas de un año adicional a lo esperado por Apple. Es una estadística que juega claramente en contra de la rentabilidad del fabricante.

Ya hemos visto este fenómeno antes. Los ciclos de reemplazo de los PC también se alargaron hasta llevar a casi todos los fabricantes a generar pérdidas. Un PC de hoy puede durar 6 años o mas funcionando perfectamente. En mi casa usamos un computador de 7 años de edad sin que se sienta lento u obsoleto. Los lenguajes y métodos de programación maduraron lo suficiente, como para evitar que la velocidad del procesador sea el factor que restringe su uso. Hoy, el principal factor restrictivo es la obsolescencia programada, seguido por la duración de la batería.

Los fabricantes se debaten si es apropiado soportar los últimos avances de su sistema operativo en dispositivos antiguos. Si deciden soportarlo sufren sus ventas. Si deciden no hacerlo, sufre su percepción de marca e indicadores de servicio al cliente. Es un juego que los fabricantes no pueden ganar. Para contrarrestar este fenómeno, la estrategia mas exitosa es la de ofrecer nuevas funcionalidades que obliguen al usuario a comprar el nuevo modelo.

El problema es que mantener el ritmo anual de mejoras atractivas es casi imposible. Ya pasamos por el aumento de resolución de las cámaras y pantallas, por la reducción del ancho del teléfono por el aumento de las pantalla, por el soporte de redes 4G, etc… Apple supuso que la tecnología “3D touch” iba a ser una de esas mejoras que obligaban a la compra de un nuevo dispositivo y no fue así. La nueva apuesta pareciera ser la eliminación del puerto de audio, para obligarnos a cambiar hacia audífonos inalámbricos. No creo que ese plan funcione.

Así que quédese tranquilo. Lo que estamos viviendo es el efecto lógico de una restricción en la capacidad de las empresas para sorprendernos contínuamente. Eso quiere decir que los niveles de rentabilidad que le hemos visto a Apple en los últimos 10 años simplemente están regresando a la media del mercado. No se va a quebrar la compañía, ni va a dejar de avanzar el mundo tecnológico. Simplemente, como usuario, va a cambiar de teléfono con menor frecuencia. No debería haber daño permanente causado sobre usted.

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