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Bill Gates no entiende la era post-pc

Bill Gates no se ha dado cuenta de que la mayoría de los usuarios no necesitamos usar Office con toda su usabilidad. Aplicaciones mas ligeras hacen el trabajo perfectamente
© wormig – Fotolia.com

En días pasados se habló en la blogosfera acerca de las declaraciones de Bill Gates respecto a que los usuarios de iPad estaban “frustrados” por no poder usar las aplicaciones de Microsoft Office en su dispositivo.  La implicación de sus palabras, se podría traducir en que pronto los usuarios se irán en busca de los dispositivos que corren el sistema operativo de Microsoft, donde si será posible correr estas aplicaciones. Microsoft por su parte, está viviendo su propio calvario ante las decepcionantes ventas de Windows 8 en el mercado, al punto que ya se ha anunciado una nueva versión del software (Windows Blue), en la cual se revertirían algunos de los supuestos adelantos que trajo la interface Metro. ¿Porqué no se da esa migración que vaticina Gates mas rápido?

El problema con las declaraciones de Bill Gates es que dan a entender que el icónico fundador de Microsoft no ha entendido la revolución post-pc. Cuando Steve Jobs anunció el iPad y se refirió a la era post-pc, hablaba del cruce entre la tecnología y las artes liberales, casos de uso donde prima el consumo sobre la producción y donde la producción de contenidos, generalmente livianos, depende de una interacción completamente diferente. Con el iPad, Apple atacó una de las situaciones mas simples, pero mas complejas de resolver de la tecnología. Para un número muy grande de usuarios, los PCs son dispositivos sobredimensionados. La mayoría estamos usando el computador para navegar en internet, leer correos y producir contenidos muy cortos, una suma simple, o un texto liviano. Ya había indicios de que esto podía ser así cuando vivimos el boom de los netbooks, que se extiguieron entre otras razones, porque quedaron posicionados justo en medio, entre los tablets y los computadores, donde, como decía una antigua jefe mía, no eran ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario. 

No podré sustentar esta próxima afirmación con datos y estadísticas. Tengo la impresión de que el uso de hojas de cálculo y procesadores de palabra se ha estancado. ¿Porque lo digo? Las razones de uso de las aplicaciones de productividad tienen que ver con 2 (o digamos 3, si incluimos a quienes por ejemplo escriben un libro como hobby) casos de uso principales. 1. Trabajo profesional, en especial el que se realiza sobre hojas de calculo, analizando datos. En el pasado, el trabajo liviano de bases de datos se realizaba principalmente sobre Excel. Por razones de seguridad y conveniencia, este trabajo ha migrado hacia aplicaciones especializadas. Caso ejemplo, hacer un presupuesto de una empresa, hacerlo en excel hoy es complicarse la vida. 2. Trabajo académico, en especial los documentos que se escriben sobre procesadores de palabra. El problema es que en ambientes colaborativos, la necesidad de escritos largos ha venido siendo reemplazada por escritos e intercambios de información cortos a través de medios colaborativos. Caso ejemplo, una minuta de una reunión hoy se lleva mejor en Evernote (o Notes) que en Word. ¿Nota que dejé por fuera a al tercero de la trilogia, el venerable PowerPoint? Lo hice con toda la intención pues estoy convencido, que PowerPoint es una aplicación que funciona mejor en un tablet que en un PC, pues, como decía Jobs, esta en la intersección de la tecnología y las artes liberales.

Los tablets soportan perfectamente los casos de uso con una producción ligera de información, que es el uso que le damos la mayoría a nuestros dispositivos. Desde luego que hay aún un mercado para los casos de uso anteriormente mencionados, pero esos casos de uso se están ensilando en ciertos nichos de las organizaciones, propuestas de ventas, análisis ad-hoc, etc., en el caso empresarial y tareas y análisis puntuales en el caso de hogar. Excel y Word están simplemente sobre-dimensionados para la mayoría de los casos de uso. He mirado con alguna atención el caso de los híbridos, mezcla entre tablet y computador, cuyo costo es demasiado alto aun, al punto que en realidad uno lo que nota son las falencias del equipo como tablet y como computador, siendo mejor la idea de dos dispositivos separados, en mi caso Mac Air y iPad (que podría perfectamente ser Mini).

Así que Bill Gates, para mi gusto está equivocado, Microsoft Office está sobredimensionado para el uso de la mayoría y poco a poco se convertirá en aplicación de nicho. Los demás usuarios migraremos a soluciones mas livianas, como las aplicaciones de Google, que tienen lo básico y sobre todo están fuertemente atadas a la colaboración, optimizadas para uso en nuestros dispositivos móviles y con un costo mucho mas bajo.  El iPad y en general los tablets no dependerán de las aplicaciones de productividad para su éxito y Microsoft perderá la oportunidad de vender millones de copias de Office para iPad, mientras nos dábamos cuenta que en realidad nunca lo necesitábamos. 

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