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De futbol, aficionados y como un App los convirtió en espías

Millones de aficionados al futbol español son espías, sin saberlo, para La Liga española de futbol.

Si usted es uno de los más de 10 millones de usuarios del App oficial de la Liga de Fútbol Profesional de España permítame contarle que el App ha venido oyendo todo lo que puede a través del micrófono de su smartphone y lo ha asociado con su ubicación en tiempo real (incluso si usted no la está usando activamente). 

Pero tranquilo, no lo están espiando a usted. Lo están usando a usted para espiar a los establecimientos públicos en los que la gente va a ver los partidos con el fin de “combatir la piratería de locales públicos” – que según La Liga genera pérdidas de 150 millones de euros anuales – derivada del no pago de las tarifas establecidas por derechos de emisión de los partidos por parte de bares y restaurantes en todo el territorio español.

El cuento es así y viene de una investigación hecha por parte de El Diario: cuando los usuarios del App la instalan le dan permiso de acceso al micrófono, a la cámara y su localización, incluso cuando esta no está siendo utilizada (yo sé, suena tenebroso pero el 90% de los usuarios dan el permiso sin entender las consecuencias). Con ese permiso, la Liga y los propietarios de los derechos de emisión televisiva en España pueden activar el micrófono de los 10 millones de smartphones en los que el App está instalada en cualquier momento y escuchar lo que suena alrededor.

El App realiza un proceso similar al que utiliza Shazam para identificar una canción pero en este caso identifica si lo que oye es una transmisión de televisión de alguno de los partidos de La Liga. En caso afirmativo, cruza esa lectura positiva con la ubicación y valida si el sitio donde se encuentra es un lugar público (un restaurante, un bar, etc) y si ha pagado los derechos para emitir dicho partido de forma pública. Si no, las autoridades podrán visitar el sitio y multarlo.

No me diga que no es una solución bien ingeniosa. Yo sé, la privacidad y todo el bla, bla, bla pero las personas dan su autorización (cada vez más expresa) para el uso del micrófono y, según la información publicada por El Diario, La Liga  ha aclarado que “nadie accede a los fragmentos de audio captados por el micrófono.. ya que el sonido se convierte de forma automática en una señal, un código binario que un sistema informático es capaz de detectar como fraudulento sin almacenar ninguna grabación ni contenido”.

Es como un Shazam antipiratas. Un Shazam que se aprovecha de la fiebre de la gente (en este caso los españoles) por el futbol para obtener información que le es relevante al dueño del App a cambio de información que es interesante para el usuario. Al igual que hace Google con sus correos o con todo lo que usted hace en Android.

Será que otras federaciones de fútbol han copiado esta idea?

 

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